Diario UF
·12. November 2025
¿Crisis interna en el Real Madrid?

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El conjunto Merengue, inició ya en el Mundial De Clubes un nuevo proyecto de la mano de un entrenador que estaba haciendo historia en el Bayer Leverkusen. Su nombre no era otro que Xabi Alonso, un técnico que ilusionaba por su juventud, por su pasión al club y además por el carácter tan fuerte y competitivo del Español.
Como ya he mencionado anteriormente, el Mundial De Clubes fue la primera toma de contacto para el nuevo proyecto, el cual, no salió como se esperaba… cayendo en Semifinales con una goleada proporcionada por parte del PSG. Aun así este acontecimiento era bastante lógico por la multitud de cosas que Xabi quiso experimentar con el equipo. Pese al resultado, se vieron varios brotes verdes: el buen nivel de Arda Güler, la participación excelente de Gonzalo… y dejo clara una cosa; PARA JUGAR EN EL REAL MADRID HABÍA QUE MERECERLO. Esa mención del donostiarra ilusiono aún más a la afición que venían de una época donde los futbolistas del club no sudaban la camiseta.

Xabi Alonso dando instrucciones en pleno partido del Mundial De Clubes
El inicio de Liga y Champions fue prometedor, con grandes victorias en el sentido de presiones intensas y un juego muy dominador, el conjunto blanco daba a entender que era otro comparado con el de la temporada pasada. Al joven técnico no le temblaba la mano con los cambios en ningún momento y recalcaba siempre el mensaje del inicio; JUGARAS SI LO MERECES. Sin embargo no todo ha sido tan bonito una vez llegado Noviembre…
El Clásico significo un antes y un después. Xabi Alonso cambió a Vinicius JR, en el minuto 72, algo que le molestó mucho al brasileño y poco después de irse sustituido y cabreado soltó una frase que lo cambió todo; »PARA ESO YO ME VOY DE AQUÍ», palabras que dividieron al equipo y a la afición.

Enfado de Vinicius durante el cambio en el clásico al 72′ de partido
Con el paso de los partidos desde ese día, el Real Madrid ha vuelto a ser el mismo al de la temporada pasada. Un equipo sin alma, sin presión, que cada uno hace lo que quiere y que los partidos se resuelven con individualidades. El encuentro frente a un Liverpool desastroso fue la clave para ver el gran problema, un partido que los blancos no jugaron a nada y que dejaron una multitud de dudas, las cuales se multiplicaron después del partido frente al Rayo.
El Donostiarra se le nota inseguro, fatigado y cansando de ver a un equipo lleno de estrellas que es incapaz de centrarse en el juego, debido a los años con técnicos que les daban total libertad: Zidane y Ancelotti. Los cambios frente al conjunto de Íñigo Pérez, fueron algo dudosos, Mbappé, Vinicius y Bellingham (3 galácticos) jugaron los 90 minutos sin merecerlos y futbolistas como Endrick o Gonzalo ni siquiera calentaron, dando a entender que el técnico no puede rotar a los 3 pilares por diferentes motivos.

2 pinchazos en plena crisis; tanto emocional como a nivel vestuario
Solo hace falta remontarnos en esta situación al año 2018, cuando Lopetegui, un entrenador de toque y de tener el balón, además de presionar alto, llegó al Madrid. Solo estuvo en el Club 4 meses, debido a que los futbolistas, se negaban a jugar en condiciones tan altas de cansancio, sabiendo que podría venir otro técnico mucho más permisivo.
A día de hoy, el proyecto sigue en pie, pero las dudas crecen; futbolistas desaparecidos en el campo, mínima fuerza de voluntad en la presión, individualidades, roces con el staff… El parón definirá y tranquilizará un proyecto que se esperaba mucho de el a largo plazo del club.
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