CRÓNICA. La puntería condena al Atleti ante el Espanyol | OneFootball

Volvía el fútbol al Metropolitano aún con la resaca de la goleada al Girona y el Cholo Simeone rotaba ante la carga de partidos. El argentino apostaba por Sørloth y Julián Alvarez en el ataque del Atlético, además de diversas rotaciones en el resto del equipo ante el Espanyol. Un equipo comandado por Koke en el centro del campo y que sufría con Nahuel en el lateral. El argentino sigue sin encontrar su nivel y eso se hizo presente desde el primer minuto de la contienda.

Pero lo que de verdad condenó al Atlético fue la falta de puntería. En apenas diez minutos, primero Julián Alvarez y luego Lino pudieron poner por delante al equipo. El argentino remató un gran centro de Riquleme de primeras, pero Joan García hizo un auténtico paredón. Justo después, Lino remató al palo una ocasión que de haber sido gol, podría haber sido anulado por posición antirreglamentaria. Tras ello, un cerro de ocasiones, que sin contundencia, acabaron condenando al equipo.

Tanto Sørloth como Julián Alvarez generaron peligro, con un buen juego del equipo y volcando todo el ataque por la banda de Lino y Riquelme. Las sensaciones eran buenas y el juego también, solo faltaba que la pelota entrase. Pero no sucedía. Y con el correr de los minutos, el Espanyol se asentó en el terreno de juego y la pausa para la hidratación les permitió terminar de tranquilizarse y buscar su juego. Algo que les permitió incluso llegar sobre la portería de Oblak, con cierto peligro pero sin puntería.

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El desconcierto apoderó al equipo

Tras el descanso, el Cholo apostó por un triple cambio en el que retiró del verde a un trabajador Julián. Además de este cambio discutible, la entrada de Barrios y Llorente eran entendibles. Y se notó. El canterano cuajó una segunda parte excelsa, mientras que el carrilero fue de más a menos y acabó metiéndose por dentro, perdiendo así toda la profundidad que podía haber aportado pegado a la línea de cal. Y por ahí, en ese buen momento, llegó el primer gol de la noche (de los dos anulados que hubo). Llorente llegó a línea de fondo, la puso atrás y tras el remate de Koke, en el segundo palo Riquelme la empujó. Pero estaba en fuera de juego. Claro.

Los nervios apoderaban al Atlético y el Espanyol quería aprovechar media oportunidad que le surgiera. La entrada de Correa no generó lo que el Cholo buscaba entre líneas, y todo terminó de explotar a cuarto de hora para el final. De forma explicable, para guardar el resultado, decidió retirar a Sørloth para meter a Reinildo, con el objetivo de reforzar la izquierda y evitar que a la espalda de Riquelme el conjunto catalán encontrase su media ocasión. Pero con tanto tiempo por delante, la centeno entendió quitar la referencia arriba (como en Villarreal).

Y el cuarto de hora final, sin nadie como referencia, provocó un Atleti al borde del abismo y sin encontrar a nadie entre líneas. Ni una invención de Correa, ni alguna genialidad de Griezmann y con Llorente metido por dentro y sin aprovechar su profundidad, el gol parecía que no iba a aparecer. Pero sí lo hizo, aunque sin suerte. Fue en el último minuto cuando, de nuevo Riquelme, recibió en el interior del área para colocarla en la escuadra. Aunque en posición ilegal, dejando el definitivo empate a cero en el marcador.

Una noche aciaga, donde la puntería condenó al Atlético y los cambios dejaron con vida al Espanyol. Ahora, el equipo buscará tres puntos necesarios en San Mamés antes del primer parón de selecciones. Pero antes, el sorteo de la Champions League.