Dani Olmo capitanea la remontada y se inscribe en LaLiga con un golazo (1-2) | OneFootball

El Rayo Vallecano-Barça ha servido para confirmar que el Barça de Hansi Flick va en serio. Tres partidos de LaLiga y tres victorias por 2-1. Las tres apretadas, pero en las tres dando muestras de superioridad.

Hoy en Vallecas, también. El partido ha tenido dos protagonistas: el árbitro Del Soto Grado y el debutante Dani Olmo.

Del Soto Grado ha hecho todo lo que ha estado en su mano para perjudicar al Barça. Si no ha hecho más es porque se habría notado demasiado.

Olmo contagió a sus compañeros su carácter ganador | Getty Images

No vio un penalti a Olmo, un derribo claro dentro del área en el minuto 48. Las imágenes no dejan margen para la duda.

En el 72 anuló un gol a Lewandowski con la colaboración del VAR. Por supuesta falta previa de Koundé, que lo único que hizo fue pisar con el pie en el suelo para apoyarse.

Soto Grado hizo todo lo que pudo para perjudicar al Barça

Otra cosa es que el jugador del Rayo acercara su pie para rozar el de Koundé y poder tirarse luego al suelo retorciéndose. El arbitro y el VAR picaron y le robaron a Lewandowski su cuarto gol en tres partidos.

Y hubo tiempo para más. En el minuto 87 Mumim tocó un balón con la mano dentro del área. Lo normal habría sido pitar penalti, pero como el infractor era del Rayo, aquí no ha pasado nada.

Soto Grado intentó ser el mejor jugador del Rayo y acabó siendo lo peor del partido.

Y perjudicando siempre al mismo. Soto Grado tiene antecedentes en los que el Barça no sale bien librado.

La entrada de Dani Olmo revolucionó al Barça en Vallecas | Getty Images

El festival de Dani Olmo

Si Soto Grado fue el malo de este Rayo-Barça, el bueno fue Dani Olmo. Se quedó en el banquillo y salió tras el descanso sustituyendo a Ferran.

Todo lo que hizo lo hizo bien. Contagió al resto de su intensidad a los demás y condujo a la victoria a un equipo necesitado de referentes.

Por detrás de Lewandowski, inició ataques, participó en transiciones, buscó a sus compañeros y los encontró, envió un balón al poste y marcó el gol de la victoria.

¿Qué más se le puede pedir en 45 minutos+10? Sencillamente, memorable.

El Barça practicó un juego coral, especialmente en la segunda mitad, en la que el Rayo apenas se acercó dos veces con peligro.

La nota negativa, la lesión de Marc Bernal, que abandonó el terreno de juego ayudado por los médicos.

El Barça sale de Vallecas con 9 puntos sobre 9 posibles en el zurrón. Ahora le toca al Real Madrid hacer los deberes.

Este Barça es poco brillante, pero muy disciplinado y solidario. Juega como un bloque y las individualidades quedan en un segundo plano.

Una cosa ha quedado clara tras el tercer partido de Flick: Aquí todos corren. La presión delante es fundamental para evitar que el rival llegue fácil, y el Rayo no ha llegado.

Este Barça es más competitivo de lo que muchos creen y tiene una virtud. En los tres partidos disputados ha tenido que remontar una derrota o desnivelar un empate.

Siempre con el viento en contra, el amor propio ha salido a relucir. Es lo que Xavi llamaba intensidad.

Ficha técnica

Rayo Vallecano, 1 - FC Barcelona, 2

Barça: Ter Stegen; Koundé, Cubarsí, Iñigo, Gerard Martín; Bernal, Pedri; Lamine Yamal, Raphina, Ferran (Dani Olmo, 46') y Lewandowski.