El inolvidable momento que Fernando Alonso hizo vivir a Robert Kubica con su victoria en Le Mans | OneFootball

Los dos cuarentones ahora tienen algo en común. Ganadores de las 24 horas de Le Mans así como un Gran Premio de Fórmula 1, Robert Kubica y Fernando Alonso se unen a un selecto grupo de pilotos que han cosechado éxitos en ambas categorías.

Kubica, un auténtico ‘hombre de carreras’ empecinado en triunfar

Entre otros ilustres pilotos a los que se unen se encuentran Graham Hill, Didier Pironi y Jacky Ickx. Sin embargo, el polaco y el español son los únicos que han logrado esta hazaña en el siglo XXI, creando así una dinastía aún más unida.

Una hazaña especial para Kubica, pues la diosa fortuna del automovilismo le tenía reservado su día de gloria un 15 de junio del 2025. Antes, sin embargo, el feo destino, la ‘mala baba’, el falso capricho le había preparado hasta dos bajadas al infierno; primero en 2007, y después en 2011, los dos con terroríficos accidentes.

En el primero, si bien fue un trepidante accidente y uno de los más espectaculares hasta la fecha de este texto, no tuvo mayores consecuencias que una dobladura de tobillo y algunas contusiones en el cuello, prueba de la gran seguridad que ya mantenía la Fórmula 1. En el segundo, ya en una prueba de rallyes, ese sí que le puso la vida contra la muerte. El golpe le dejó secuelas de por vida; 42 huesos rotos, múltiples fracturas, incluyendo una la visible de la muñeca, y un cuerpo destrozado.

Alonso y Kubica, ganadores de F1 y Le Mans

Todo hasta una inacabable pelea para abrirse camino como piloto lisiado obstinado en triunfar. El bueno de Kubica, uno de los grandes talentos que pisó la Fórmula 1, también pudo ser compañero de su amigo Fernando Alonso en Ferrari en 2012, de no ser por ese mencionado accidente en 2011. Ahora, el de Cracovia por fin ha tocado el cielo: ha conquistado las 24 Horas de Le Mans, ironías de la vida, vestido de Ferrari.

En este sentido, como decíamos al principio, se une a Fernando Alonso como los dos únicos pilotos de la era moderna en ganar una carrera de F1 y la mítica prueba de Le Mans. El asturiano, además de ser bicampeón del mundo de Fórmula 1, ganó la cita de La Sarthe en dos ocasiones, en 2018 y 2019, con Toyota.

Y el pasado domingo, coincidiendo el Gran Premio de Canadá con las 24 horas de Le Mans, en el hospitality de Aston Martin y antes de la tradicional ‘drivers parade’ en Montreal, Alonso siguió en televisión los instantes decisivos de la carrera, y se ha mostraba particularmente feliz por la victoria de su amigo.

«Con un coche no competitivo es el mejor de todos. Y con uno, es el más fuerte. Es un ‘marciano'»

Una amistad entre los dos carreristas, o ‘racers’, que lleva latente desde los primeros tiempos que Kubica empezó en Fórmula 1. En especial, desde Monza 2006, cuando el polaco, recién llegado en sustitución de Villenueve en BMW Sauber, hizo podio en su tercera carrera en la categoría. Alonso, que había abandonado por una rotura de su motor Renault, fue el primero en felicitarle.

De aquel día han pasado diecinueve años. Desde que el espaol hiciera vivir y sentir algo que el polaco no parece haber olvidado jamás. Porque el por aquel entonces piloto de Renault dejó marcado a un corredor que tiene al asturiano como un «marciano» de la F1.

Como el más fuerte. El más grande de todos cuantos hay ahora en la Fórmula 1. Por encima de Lewis Hamilton. Y sí, también por encima de Max Verstappen. Así lo dijo el polaco: «Con un coche no competitivo es el mejor de todos. Hay que tener mucha suerte para estar en el lugar y en el equipo adecuado, y tener un coche fácil de pilotar. No solo es uno de los mejores pilotos de la F1, sino que es el mejor«, decía.

Robert Kubica recuerda el año 2006 cuando Fernando Alonso pasó a su lado en la calle de boxes

«Cuando estás en la parte de atrás esto es otro deporte. Si eres un novato, y un gran piloto, en un Williams o en otro equipo pequeño te costará estar entre los 15 primeros», insistió en 2019.

Y fue ahí cuando su época de niño volvió. Porque en 2006 Alonso no solo tenía un buen coche para ganar ese logrado segundo Mundial. Sino que lo hacía luchando con Michael Schumacher, quien fuera también uno de sus grandes referentes. Fue entonces cuando Robert rememora algo que permanece todavía en su mente.

«Recuerdo ese olor a gasolina… Era 2006, cuando estaba en el pit lane y pasó Fernando Alonso con el Renault. Hubo un momento que me recordó a mi etapa en el karting«, afirmó Kubica en aquellos años. El polaco y Fernando tuvieron no pocas batallas y duelos en ese final de la primera década de los 2000. Con Alonso en McLaren y Renault, y con Kubica en un BMW que se destapó en 2008 como uno de los mejores coches de la parrilla, dejaron más que buenos momentos sobre la pista; y una relación que perdura como una de las grandes que la F1 ha dado.

De hecho, fue 2008 el mejor año de Kubica, muy cerca de un 2010 impecable con Renault. En este 2008, Kubica consiguió con BMW su ¡coche más competitivo. El nuevo ganador de Le Mans logró entonces su primera victoria, justo en el escenario en el que una temporada antes había sufrido el accidente mencionado anteriormente, en Canadá.

Ese año, el polaco también conquistó su primera pole, junto a otros siete podios que le permitieron luchar por el título hasta los últimos compases de la temporada, pero finalmente terminaría el curso en una cuarta posición con sabor agridulce. En ese momento, ya nadie dudaba de su talento, pero un paso atrás del equipo en 2009 le hizo cambiar de aires y fichar por Renault para 2010.

Pudieron ser compañeros en Ferrari en 2012

Nadie sabe si el destino hubiese deparado una coincidencia en la Scuderia de dos amigos como el polaco y Fernando Alonso, que se incorporó al equipo italiano en 2010. Pero Kubica tenía un precontrato para ser su compañero a partir de la temporada 2012.

En vísperas a la campaña de 2011, que Kubica todavía tenía que disputar con Renault, sufrió ese fortísimo accidente el 6 de febrero en el Rally de Andorra que dio un vuelvo a su vida y evidentemente también a su carrera deportiva. Si bien es cierto que en 2012 volvió a la competición, las secuelas del accidente le cerraron las puertas de la F1 y Ferrari.

R.V. Racing Press

«Habríamos sido una pareja de alto riesgo, pero creo que en realidad habríamos conseguido grandes cosas juntos», dijo Robert en 2024 en La Gazzetta dello Sport. «Eso era lo que me esperaba para el futuro cuando tuve el accidente, porque en 2012 se suponía que iba a ir a Ferrari, donde estaba Fernando. Luego no sucedió, porque la vida me reservó otro destino».

En consecuencia, el polaco no pudo cumplir su sueño de reemplazar a Felipe Massa y compartir garaje con Fernando Alonso, con quien tenía una gran relación personal y deportiva que él esperaba ayudase a los de Maranello a conseguir grandes éxitos juntos.

«Siempre he tenido un gran respeto por Fernando. Cuando formaba parte de la F1, el respeto entre nosotros era mutuo. Se dice que la primera persona a la que tienes que ganar es a tu compañero de equipo, pero yo siempre he pensado que tienes que vencer a todo el mundo, incluido tu compañero de equipo. Sea como fuere, Fernando y yo pensamos igual en muchas cosas y tener dos pilotos que se llevan bien en el mismo garaje habría sido una ventaja para el equipo», especulaba el veterano piloto polaco.

«Fernando y yo pensamos igual en muchas cosas; habríamos conseguido grandes cosas juntos»

Es imposible saber lo que hubiese ocurrido si llegan a ser compañeros en Ferrari. Pero lo que es una realidad es la gran amistad que mantienen. De hecho el asturiano felicitó varias veces al polaco por su victoria. Primero lo hizo con una storie en Instagram en la que aplaudía el logro de su amigo con un «Bravo Robert» y después compartiendo una estadística que les une: Kubica y Fernando Alonso son los únicos pilotos ganadores de un GP de Fórmula 1 que se han impuesto en Le Mans en el siglo XXI.

A lo que Kubica respondió públicamente a la felicitación con un vídeo en las redes sociales de su principal patrocinador, Orlen: «Gracias por tu mensaje, Fernando. Ahora ya estoy en tu club. Claro, yo no he ganado un título mundial, pero este Le Mans ha sido el más duro de conseguir, con tantos Hypercar en pista. Quizá algún día podamos competir juntos de nuevo».

Con todo, Kubica, más allá de su faceta como piloto, y realmente uno de época, ha vuelto a demostrar con su triunfo en las 24 horas de Le Mans que nunca se da por vencido. Una valía de habilidad y determinación que comparte, justamente, con su amigo Fernando.