El Racing y sus siete pecados como aspirante | OneFootball

El Racing de Santander ha realizado una primera vuelta realmente digna. Ateniéndose a las expectativas iniciales, prácticamente de matrícula. Tras un inicio envuelto en empates, llegaban victorias encadenadas. Y un primer puesto meritorio y holgado. Sin embargo, desde el 23 de noviembre todo se ha torcido. Ese día empató con el Málaga en La Rosaleda. Y no ha vuelto a ganar. La última vez fue allá por el 16 de noviembre. Ya hace dos meses de ello.

Siete jornadas de desconexión para el Racing

Málaga, Mirandés, Granada, Huesca, Elche, Eldense y Albacete. Rivales de todos los colores. De diferentes estilos, luchas y competencias. El Racing no ha podido con ninguno de ellos. Y, así, ha pasado de contar con una ventaja de diez puntos sobre el segundo y 11 sobre la zona de playoff a situarse tercero. Empatado, eso sí, con la zona de ascenso directo. Y a tres puntos del liderato. Ante los cinco primeros enumerados, el Racing no fue capaz de marcar. Granada y Elche, además, le golearon. Cuando volvió a marcar, se dejó empatar un 2-0. Y, posteriormente, fueron ellos los que empataron ese 2-0. Justo como a inicio de temporada.

La esperanza, ahora, sería la de emular lo que ocurrió tras esa misma situación a inicio de temporada. Llegaron 4 solventes victorias consecutivas y el Racing venció 11 partidos sobre 13. Fue una racha espectacular, sólo manchada por la derrota inesperada ante el Cartagena. Sin embargo, las sensaciones ahora vienen siendo mucho más negativas. Eso sí, al menos, el gol parece estar de vuelta. Aunque para comenzar ese desafío no podrá contar con Íñigo Vicente ante el Racing de Ferrol.

Dejar atrás errores que están pesando

José Alberto sigue confiando en sus pupilos. No ha dejado de hacerlo, pese a que la dinámica invita al pesimismo. Trata de reforzar las virtudes y minimizar los defectos sobre la marcha. De reencontrarse con la victoria, esa que le permita recuperar la confianza. La competitividad. Comienza a estar más cerca, eso sí, tras haber pasado por un tramo de KO técnico.

Meseguer ha llegado, eso sí, como guía espiritual. Su primera aparición en escena llevó al Racing del infierno a rozar el cielo en tan sólo 45 minutos. Víctor tiene esa capacidad de liderar a la manada. De lograr poner orden entre tanto caos. Aún se busca a algún sacerdote más, capaz de expiar los siete pecados cometidos en las últimas semanas. De devolver la locura a esta Racing tan cuerdo.