El Real Madrid sobrevive al vértigo del Paris Basketball y cierra el año con una victoria trabajada | OneFootball

El Madrid ganó sin imponer su ley. Durante largos tramos, el encuentro se jugó al ritmo que propuso el Paris Basketball, un equipo que vive en la aceleración permanente y que llevó el partido a un intercambio incómodo para los de Sergio Scariolo. Los blancos resistieron a base de talento individual y terminaron decidiendo cuando lograron, por momentos, frenar el desorden controlado de los franceses.

El arranque fue engañoso. Campazzo y Tavares marcaron territorio de inicio, pero el Paris respondió con una ráfaga exterior que cambió el pulso del partido. Rhoden y Ouattara castigaron desde el perímetro y los visitantes llegaron a mandar con pequeñas ventajas, obligando al Madrid a remar contracorriente. La entrada de Maledon dio algo de pausa en medio del caos y permitió cerrar el primer cuarto con mínima ventaja local.

El segundo periodo resumió el problema blanco. El Paris corrió, lanzó sin complejos y encontró puntos incluso sin el protagonismo habitual de Hifi. Un mate de Rhoden con adicional y un triple posterior de Herrera estiraron la ventaja francesa, que llegó a dominar por siete. El Madrid aceptó el intercambio de triples, pero sin continuidad defensiva ni control del rebote. Al descanso, el marcador reflejaba un partido abierto (49-50) y una sensación incómoda para el equipo local.

Tras el paso por vestuarios, el guion apenas cambió. Cada vez que el Madrid se acercaba, el Paris respondía con velocidad y agresividad ofensiva. El partido entró en un terreno propicio para los franceses, con posesiones cortas y desordenadas, y el tercer cuarto se cerró con los visitantes todavía por delante.

La resolución llegó cuando el Madrid logró cambiar el tono. Maledon asumió galones, leyó mejor las ventajas y encontró soluciones en ataque. Garuba aportó energía y dureza defensiva, mientras Lyles sumó puntos en momentos clave. Con el partido apretado, la defensa de Campazzo —clave con varios robos— terminó por desactivar el último intento de rebelión parisina.

Sin gobernar el encuentro, el Real Madrid lo sacó adelante. Una victoria de resistencia, más basada en la supervivencia que en el control, que permite a los blancos cerrar el año europeo con un triunfo antes de visitar Mónaco.