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·9. November 2024
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Frenkie de Jong ha vuelto a expresar su deseo de estar en el once inicial del Barça. Después de su recuperación, su objetivo es claro: retomar su posición en el mediocampo. Sin embargo, el regreso no parece sencillo, ya que el entrenador Hansi Flick ha dejado claro que solo jugará quien esté en mejor forma.
La competencia es feroz. Pedri y Dani Olmo han demostrado una gran conexión en el centro del campo, y su rendimiento les ha consolidado como piezas clave en el esquema de Flick. Pero el verdadero obstáculo para De Jong es la sorprendente actuación del canterano Marc Casadó.
Dani Olmo celebrando un gol con el Barça | Getty Images
Marc Casadó ha aprovechado al máximo sus oportunidades. Su desempeño ha sido excepcional, mostrando solidez en defensa y habilidad en la construcción del juego. Marc Casadó destaca por su capacidad de recuperación y su visión en el pase, características que Flick valora especialmente.
Casadó no solo es una opción para el futuro, sino que se ha convertido en una alternativa real en el presente. La preferencia de Hansi Flick por un mediocampo con equilibrio entre juventud y rendimiento hace que desplazar a Casadó se vea como una tarea complicada para De Jong.
Marc Casadó ha sabido aprovechar la situación | Getty Images
De Jong sabe que su experiencia y calidad podrían ser fundamentales para el Barça. Sin embargo, su retorno coincide con el buen momento de sus compañeros, quienes se han ganado la confianza de Flick. El neerlandés está decidido a no quedarse sentado, su deseo de recuperar un lugar en el once inicial no es cuestión de orgullo, sino de convicción sobre su aportación al equipo.
Hansi Flick ha sido directo al comunicar que solo quienes estén en mejor forma jugarán. El entrenador tiene claro que la competencia es sana para el equipo, pero también es consciente de la importancia de gestionar los egos y mantener un ambiente positivo en el vestuario.
Flick valora la experiencia de De Jong, pero no está dispuesto a sacrificar el rendimiento colectivo por una sola figura. La proyección de Casadó y la conexión entre Pedri y Olmo representan un esquema dinámico y eficaz que Flick no quiere romper sin justificación.
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