Fuego cruzado en el Barça por un fichaje frustrado | OneFootball

La tensión va en aumento entre el técnico y la cúpula directiva tras una negativa clave en el mercado. La falta de entendimiento amenaza la estabilidad interna.

El ambiente en el FC Barcelona dista mucho de la calma que aparentaba al cierre de la última temporada. La llegada de Hansi Flick ha generado ilusión y confianza en el proyecto, pero la relación entre el técnico y la directiva empieza a mostrar grietas.

El entrenador alemán, que asumió el cargo con la ambición de devolver al club a la élite europea, se encuentra visiblemente molesto por la negativa a una petición directa que había trasladado a Joan Laporta: la incorporación de un lateral polivalente.

Flick considera clave reforzar ambos costados de la defensa. En su plan, hacía falta un jugador capaz de competir tanto con Jules Koundé en la derecha como con Alejandro Balde en la izquierda. No se trataba de un simple capricho, sino de una petición estratégica ante el calendario exigente que afrontará el equipo este curso. Sin embargo, la respuesta fue un portazo.

Desde la presidencia, el mensaje ha sido tajante: no hay margen económico para afrontar ese fichaje. La situación financiera del club sigue siendo delicada y, aunque se han liberado algunas cargas, el presupuesto apenas da para moverse con cautela en el mercado.

Esta negativa ha caído como un jarro de agua fría en el cuerpo técnico. Pese a que Flick mantiene la profesionalidad y el tono prudente en sus declaraciones públicas, puertas adentro su incomodidad empieza a notarse. En su entorno reconocen una sensación de frustración ante lo que consideran una desconexión entre la dirección deportiva y las necesidades del banquillo.

El técnico no solo había identificado el perfil ideal, sino que lo había hecho saber con semanas de antelación. Esperaba una reacción rápida y firme, pero no la obtuvo. Laporta, centrado en garantizar la viabilidad económica del club, ha optado por priorizar la estabilidad financiera frente a cualquier urgencia deportiva.

El Barça sigue buscando fórmulas para liberar masa salarial y generar ingresos que permitan futuras incorporaciones. Mientras tanto, Flick deberá adaptar su idea de juego a lo que tiene. La armonía entre banquillo y despacho empieza a resquebrajarse. Y la temporada ni siquiera ha empezado.