Griezmann, sufre su peor sequía goleadora | OneFootball

El Atlético vive con inquietud la falta de gol de una de sus grandes referencias. El francés no marca en LaLiga desde hace siete meses.

En el Atlético de Madrid se respira cierta preocupación por la situación de Antoine Griezmann. El máximo goleador del ciclo Simeone atraviesa la peor racha de su carrera como colchonero en el campeonato doméstico. Su último tanto liguero fue aquella vaselina brillante ante el Mallorca en el Metropolitano. Desde entonces, han pasado casi 1.000 minutos sin ver portería en LaLiga.

El contraste es evidente. Este verano, el galo parecía revitalizado con dos goles en pretemporada frente a Rayo y Newcastle United. Sin embargo, su arranque oficial ha sido muy distinto. Atrás quedaron los años en los que era la figura indiscutible del equipo. Hoy su rol es más secundario, aunque Simeone lo sigue considerando un futbolista diferencial, capaz de decidir incluso desde el banquillo.

El problema es que la sequía se alarga demasiado. Nunca antes Griezmann había encadenado una racha tan negativa como rojiblanco. En este tiempo apenas ha marcado dos tantos, ninguno en LaLiga. La afición espera que el duelo contra el Villarreal sirva de punto de inflexión, más aún porque está a solo dos goles de alcanzar los 200 con la camiseta rojiblanca.

Mientras tanto, el ataque colchonero se apoya en otros nombres. Julián Álvarez es el indiscutible. El argentino, autor de 29 goles y 8 asistencias el curso pasado, suma la mayor cantidad de minutos en la delantera. A su lado, Alexander Sørloth se ha ganado espacio con 24 dianas en apenas 2.314 minutos, cifras de una eficacia notable para un jugador de rotación. Raspadori apenas empieza a sumar minutos y Ángel Correa, que ya se despidió, dejó ocho goles importantes en su último curso como rojiblanco.

Con semejante competencia y una exigencia máxima, el reto de Griezmann es recuperar el instinto que lo convirtió en leyenda del Metropolitano. El francés, que rechazó de nuevo una salida a la MLS para seguir en Madrid, sabe que no tendrá nada fácil sostener su estatus. La pelota está en sus pies, y el tiempo empieza a pesar.