Laporta se olía la “traición” de Nico Williams | OneFootball

El presidente azulgrana ya sospechaba que algo no cuadraba en la operación. Su reacción durante una cena privada dejó entrever que el fichaje estaba en peligro, aunque nadie imaginaba un desenlace tan abrupto.

El barcelonismo sigue digiriendo una noticia que ha caído como un jarro de agua fría. La no llegada de Nico Williams ha sido un golpe duro. Todo parecía hecho: acuerdo con el jugador, cláusula lista para ser abonada y predisposición total por parte del club. Pero al final, el desenlace fue radicalmente opuesto. La renovación del extremo con el Athletic Club, confirmada con un vídeo el viernes por la mañana, ha dejado una mezcla de estupor y decepción en el entorno azulgrana.

Lo del pasado verano tuvo matices comprensibles: Europa League con su hermano, la ilusión de jugar en San Mamés, las dificultades para inscribir… Pero esta vez no. Esta vez el Barça lo tenía todo preparado. O eso creía. Desde el club se sienten traicionados, especialmente por la actuación de su agente, Félix Tainta, cuya estrategia ha sido vista como una maniobra de desgaste.

Laporta, escéptico desde la noche anterior

Según informa SPORT, Joan Laporta cenó la noche anterior a la renovación en un restaurante de sushi en Pedralbes. Un aficionado le abordó a la salida para preguntarle por Nico, y el presidente fue claro: el agente estaba poniendo demasiadas trabas, quería incluir una cláusula de salida si no se lograba la inscripción, algo que el Barça no aceptaba. “No podemos pagar 60 millones para que luego se nos vaya gratis”, llegó a comentar.

Esa noche, Laporta ya intuía que el fichaje no iba por buen camino. Pese a que días antes había afirmado en el Senado del club que estaban listos para ejecutar una cláusula, lo cierto es que las señales ya eran contradictorias. El vídeo de renovación fue una bomba para la directiva, y aún más para los jugadores azulgranas de la selección, que habían hecho su parte para convencerlo.

Negociación enquistada

La relación con Tainta se torció tras su encuentro con Deco en un hotel de Barcelona, revelado por SPORT semanas atrás. Desde entonces, el diálogo fue a menos y las condiciones impuestas por el agente enfriaron definitivamente la operación.

En Can Barça asumen que no habrá marcha atrás. Al menos, no a corto plazo. Nico ha cerrado una puerta que parecía abierta de par en par, y en el club ya buscan nuevas alternativas. Luis Díaz y Marcus Rashford asoman en el horizonte como opciones reales para reforzar el ataque.

El capítulo de Nico se ha cerrado con más sombras que luces. Y en el Barça, aunque dolidos, ya han pasado página.