Nueva jornada con polémica arbitral: las decisiones de Gil Manzano que perjudicaron al Real Madrid | OneFootball

El Real Madrid volvió a salir indignado en una nueva jornada de Liga, tras el arbitraje de Gil Manzano en Anoeta, ante la Real Sociedad. El colegiado extremeño, Gil Manzano, no dejó indiferente a nadie y hasta Xabi Alonso estalló en el banquillo del Real Madrid. Los jugadores, perplejos y asombrados por las decisiones que estaba teniendo durante el encuentro. No es la primera vez que el conjunto blanco se ha visto perjudicado en este inicio de temporada, porque ante el Mallorca, el líder del campeonato sufrió hasta tres goles anulados por Sánchez Martínez, dos de ellos muy polémicos.

En el encuentro en Anoeta, la primera jugada que haría enfadar al madridismo llegaría muy temprano, concretamente en el minuto 3 de partido, tras un fuera de juego muy justo en el inicio de la jugada que acabaría en gol de Arda Güler. El delantero francés, según el frame que escogió el VAR, estaba a la par que el central de la Real Sociedad, pero tras varios minutos esperando para validar o anular el gol, Gil Manzano decidió que el tanto no debería subir al marcador. Las caras de incredulidad en los futbolistas de Xabi Alonso eran evidentes.

La segunda acción polémica, sería la gota que colmaría el vaso. Un leve agarrón de Huijsen a Oyarzabal, que derribó al jugador de la Real, fue sancionado como expulsión directa para el defensor del Real Madrid, que le pedía a Gil Manzano que fuese a ver la acción al monitor del VAR. El enfado y la polémica llegaría porque Éder Militao estaba a la par de la jugada y de Huijsen para corregir, y hubiese llegado a corregir. El árbitro Gil Manzano no lo interpretó así, y sin ni siquiera revisar la expulsión en el VAR, dejó su decisión firme y Huijsen tuvo que abandonar el terreno de juego a la media hora de encuentro. Por ende, el Real Madrid jugó con un futbolista menos.

La indignación del conjunto blanco fue muy notoria, y Gil Manzano tendría una acción todavía más polémica, que fue la tarjeta amarilla que le mostró a Mbappé, cuando quedó dolorido y no se salió por la portería de Remir, sino por la banda. Mbappé y el banquillo del Real Madrid no daban crédito, y más aún tras lo vivido en Vallecas antes del parón, ya que el Rayo Vallecano y FC Barcelona jugaron sin la posibilidad de que hubierse VAR, y el conjunto culé se vio favrecido por un penalti que no era y no pudo revisar el VAR.