Salah firma su gol 250 y enciende la reacción ‘red’ | OneFootball

El Liverpool puso fin a su racha de cuatro derrotas consecutivas en la Premier con una actuación convincente ante el Aston Villa. Salah alcanzó los 250 goles con el club y Gravenberch completó una victoria que devuelve la fe a Anfield.

FICHA TÉCNICA

Liverpool: Mamardashvili, Van Dijk, Konaté, Szoboszlai, Mac Allister, Salah, Bradley, Gakpo, Ekitike (Wirtz, 77’), Robertson y Gravenberch.

Aston Vila: Martínez, Cash, Konsa, Pau (Mings, 75’), Digne (Maatsen, 75’), Onana, Kamara, McGinn (Malen, 60’), Guessand (Barkley, 60’), Rogers y Watkins (Jadon Sancho, 75’).

Goles:

1-0 (min. 45+1): Salah.

2-0 (min. 58): Gravenberch

Después de varias semanas de dudas, el conjunto de Arne Slot volvió a parecerse al equipo competitivo que marcó el inicio del curso. El técnico neerlandés regresó a la fórmula que mejor le funciona: presión alta, circulación rápida y un once reconocible. La respuesta fue inmediata, con un Liverpool más agresivo y ordenado que, desde el pitido inicial, impuso su ritmo.

El Villa arrancó con peligro, estrellando dos balones en la madera por medio de Rogers y Cash, pero la insistencia visitante se apagó cuando Salah apareció. Un error de Emiliano Martínez en la salida de balón dejó el esférico a merced del egipcio, que no perdonó y firmó su tanto número 250 con la camiseta del Liverpool, una cifra que lo consolida entre las grandes leyendas del club. Ese gol cambió por completo el escenario. Los locales crecieron en confianza y dominaron el centro del campo con un brillante Szoboszlai y un Gravenberch que equilibró cada transición. Robertson, de vuelta al lateral izquierdo, ofreció amplitud y energía, mientras que Konaté impuso autoridad en el eje de la zaga.

El segundo tanto llegó tras una acción del propio Gravenberch, cuyo disparo, desviado por un defensa, cerró el partido y las dudas. El equipo mantuvo el control hasta el final, con una madurez que había echado en falta en las últimas jornadas.

El Liverpool respira, se mantiene en la pelea por la zona alta y mira con optimismo su próximo reto ante el Real Madrid en Champions. Anfield volvió a disfrutar de un equipo reconocible y de un Salah eterno, capaz de encender la reacción ‘red’.