Vermouth Deportivo
·27. Dezember 2025
Se cumplen 24 años del Racing campeón del Apertura 2001

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Los pasillos del José Amalfitani fueron testigos de una canción que se iba replicando por todo Liniers. Tras igualar 1 a 1 con Vélez, la Academia le ponía fin a tres décadas y media sin títulos. Un 27 de diciembre, se cumplen 24 años del Racing campeón del Apertura 2001.
«El Paso a Paso, se terminó, somos campeones la p.. que lo parió» gritaba cada alma celeste y blanca. Con sufrimiento, como marcaba la historia. Con un partido en un país envuelto en llamas por la crisis que acabó con el gobierno de Fernando de la Rúa. Pero la felicidad para un sector de los futboleros era totalmente infinita.
La historia recordará la epopeya. Esa que empezó en agosto con un triunfo ante Argentinos Juniors por 2 a 1 y que acabó cuatro meses después con la igualdad ante el Fortín. Pero en el medio hubo otras tantas batallas que pocos habrán olvidado.
La Academia no ganaba un título a nivel local desde 1966. Pasaron años donde la ilusión era enorme. Otros donde las cosas no salían. El himno era el mismo en el Cilindro de Avellaneda: «Siempre estuvimos en las malas, las buenas ya van a venir». Y vinieron nomás.
Después del 2 a 1 a Argentinos Juniors, cayó un empate del cielo contra Independiente en la extinta Doble Visera. Una victoria ajustada contra Rosario Central, otra ante Newell´s y una frente a Talleres de Córdoba. La sexta fecha, en casa con Belgrano, ya no cabía ni un alfiler en el estadio.
Hubo proezas. Como la de Estudiantes de La Plata, donde en un tiempo solo se remontó un 0-2 en contra para ganarlo por 3 a 2. También de las otras que golpearon duro como una victoria casi asegurada y que Nueva Chicago la arruinó con un 4 a 4 agónico.
Pero en diciembre pasó de todo. No sólo en el país. En el fútbol local, ya que Racing recibió a River, su escolta. El Millonario triunfaba y parecía darle otra bofetada al destino de la Academia que se imaginaba con una pesadilla. Hasta que Gerardo Bedoya, cerca del final, silenció a los de Ramón Díaz y desató la fiesta.
Tras el empate con River, quedaban tres jornadas. Los de Reinaldo Merlo merecieron ganarle a Banfield, le anularon dos tantos lícitos y Mostaza se calentó. Ahí se terminaron las cábalas: «Ahora me cansé, vamos a salir campeones».
Y se vino el 2 a 0 con Lanús. La caída del Gobierno. La postergación y el esfuerzo sobrehumano de los amantes del fútbol para que nadie se vaya de vacaciones con un país en llamas. Al menos, la Academia tenía que jugar antes que acabe el año.
Ese 1 a 1 en Liniers lo fue todo. A pesar de que River goleó a Rosario Central, de nada le sirvió. Argentina se pintó más que nunca de celeste y blanco. Fueron tres décadas y media de frustraciones a nivel local. Y un 27 de diciembre de 2001, Racing, por fin, volvió a gritar campeón.









































