¿Tercer grande? Les regalamos un empate que festejan | OneFootball

Con medio equipo lesionado y con un árbitro que cobró 18 faltas de Racing contra 2 de Independiente, los que terminamos con gusto a nada fuimos nosotros. Ellos, los punteros y en su cancha, se terminaron yendo felices con el empate que les regalamos. Los que, según Julio Vaccari (¿es hincha o sólo vende humo?), son el tercer grande pero cada vez se conforman con menos. Nos ganaron 2 de los últimos 11 clásicos. Están viendo, cada vez más seguido, como somos campeones año tras año y cada vez queremos más. Pero no hay que confundirnos, lo del domingo por la tarde no fue nada generoso. Nos empatamos solitos un partido que estuvo para liquidarlo en el primer tiempo.

Racing es más que Independiente, no había que tirarse tan atrás

No sirve tirar el equipo atrás contra equipos que no lo exigen. Cuando Racing jugó y no especuló fue mucho más que Independiente. Con Sosa fino en el área rival (no es su fuerte) o Solari en el último pase (tampoco es su fuerte), la cosa hubiera estado cocinada. El planteo inicial de Costas fue perfecto. Por momentos, Solari y Salas fueron volantes externos para tapar las subidas del Rojo, pero rápidamente eran extremos cuando se recuperaba la pelota. Con ese planteo, Gustavo le venía ganando por goleada la batalla táctica a Vaccari. Pero no lo mantuvo.

Uno de los principales déficits que se le pueden achacar a Costas y su cuerpo técnico es que a veces no leen del todo bien los partidos de Racing y pasó contra Independiente. Por más que se dé vueltas en la cabeza, una y otra vez, no se logra entender qué es lo que buscó en el segundo tiempo. El contexto de que el equipo pudo estar cansado y lejos del 100% físico es válido, pero no así los caminos con los que buscó dejarlo a un lado. Había que mantener la estrategia, Gustavo. Había que controlar a Angulo y los centros cruzados a Ávalos. No mucho más. No era un partido complejo de contrarrestar. ¿Por qué Quirós por Almendra y Rodríguez (zurdo) a jugar por derecha por Solari? ¿Lo lógico no era Mura de cuatro y Martirena de ocho? Con eso se terminaba el partido de Angulo. No había que sumar un central más. La clave estaba en el medio. Por eso los aplausos del esquema inicial con Sosa de volante tapón y dos internos.

El error de Arias y las fallas de lectura del clásico

A Costas, también hay que decirlo, no lo ayudó el error de novato de Arias. Calculó mal la salida cuando ya le había gritado a Di Cesare. Son errores que se pagan demasiado caro. Pero llegamos a esa jugada porque la pelota volvía rápido y las líneas estaban muy retrasadas. A Maravilla lo amamos y le debemos mucho, pero no estaba para 98 minutos. Menos para jugar de contra con el equipo ganando. Tampoco sacar a Salas. El partido estaba picado, al borde de las piñas, y a Maxi le encanta. ¿Por qué no Balboa, con aire fresco, por el 9 los últimos 15 minutos? Y a Barrios, lamentablemente, estos partidos todavía parecen quedarles grande. ¿Ni al banco Richard Sánchez elogiado por Bochini?

Martirena siempre está en los partidos importantes.

En fin, a Racing no le interesa llevarse ante el Independiente puntero un empate de visitante. Somos más y estamos para más. Que festejen ellos con sus motivos. Nosotros tenemos la Copa Libertadores por delante, pero basta de errores no forzados que nos cuestan demasiado caro.