Un futbolista del Auckland City reveló qué harán con el dinero obtenido tras el histórico empate ante Boca por el Mundial de Clubes | OneFootball

Sebastián Ciganda, guardameta uruguayo del conjunto neozelandés, explicó cuál será el destino de la millonaria suma que recibieron tras la inédita gesta.

Luego del milagroso empate 1 a 1 frente a Boca por la última jornada del Grupo C del Mundial de Clubes, Auckland City recibió un millón de dólares, monto extra que entrega la FIFA por igualar un partido en el certamen. Esa suma, más los 2.5 millones por participar, superan ampliamente cualquier ingreso que percibe el conjunto neozelandés en su continente. Más allá de que gran parte del dinero irá a las arcas del club, lo obtenido tras el histórico encuentro ante el Xeneize se repartirá entre los futbolistas y el staff.

Los Navy Blues llegaron al duelo frente a conjunto de La Ribera como el peor equipo del certamen, habiendo recibido 16 goles en dos partidos y sin haber incomodado al Bayern Múnich ni al Benfica en las primeras dos jornadas. Teniendo en cuenta las necesidades de los dirigidos por Miguel Ángel Russo y la debilidad de un rival semi-amateur, el resultado parecía obvio. Sin embargo, pese a que los argentinos tuvieron varias chances claras de gol, los comandados por Paul Posa rescataron un histórico empate.

“Todos nos daban goleados otra vez, estaban confiados que Boca nos iba a meter seis goles”, comentó Sebastián Ciganda, arquero uruguayo que formó parte de la delegación pero no vio minutos en la cita internacional. Además reveló en DSports qué harán con la plata recibida: “El premio por el empate que es de un millón de dólares, lo vamos a repartir entre el cuerpo técnico y plantel”.

El oriental, que en su vida diaria trabaja limpiando piscinas y jacuzzis, contó que tuvo que pedir vacaciones sin goce de sueldo para participar del torneo disputado en Norteamérica. «Pedí vacaciones en el trabajo o sino renunciaba. No cobré por estos días que estuvimos en Estados Unidos, cuando vuelva me reintegro a trabajar«.

Otro que posee un trabajo fuera del fútbol es Christian Gray, el autor del histórico gol del conjunto neozelandés. Él es profesor de educación física en la Escuela Primaria de Auckland y en la Escuela Intermedia Mount Roskil y reveló a modo de broma tras el partido que tiene «algunas tareas que se han acumulado en el último mes«.

“Recuperamos un poco de respeto. Mucho para el club, eso seguro. Ya se sabe, dependemos de los voluntarios. No tenemos mucho dinero, así que me alegro de que el equipo esté contento. Creo que el club se lo merece, y me alegro por los chicos”, añadió.

“Estoy contento de que hayamos metido alguna. Ha sido un viaje duro. Hemos tenido algunos resultados difíciles, pero estoy feliz por el equipo y los chicos. Creo que nos lo merecemos. Hubo un ambiente especial. Boca es un club enorme, como todos los clubes que hemos afrontado en este torneo”, finalizó.

Tras el histórico empate ante Boca y con una buena suma de dinero en sus bolsillos, la delegación del Auckland City regresará a Nueva Zelanda para continuar con sus rutinas, en las que compaginan su vida como futbolistas y sus respectivas profesiones que en muchos casos poco tienen que ver con patear una pelota.