Un huracán en Alemania | OneFootball

Kane castiga al ChelseaGetty Images

El Bayern Múnich contra Chelsea era uno de los duelos más esperados de esta primera jornada de Champions. El equipo alemán llegaba con puntaje perfecto tras ganar todos sus partidos, mientras que el Chelsea arrastraba un arranque turbulento con algunos empates.

El partido comenzó con el conjunto bávaro tomando la iniciativa. Luis Díaz desbordaba por la banda derecha y Harry Kane ganaba en las alturas, aunque su cabezazo se fue por encima del travesaño. A los 20 minutos, Joshua Kimmich abrió la pelota para Michael Olise, quien entró al área por la línea de fondo y lanzó un buscapié que Trevoh Chalobah se llevó por delante, marcando en propia puerta.

Cinco minutos después, Moisés Caicedo le cometió penal a Kane, que fue cobrado a instancias del VAR. El propio delantero inglés lo cambió por gol a los 27’, estirando la ventaja a 2-0.

Sin embargo, el Chelsea reaccionó rápidamente: apenas un minuto más tarde, Cole Palmer condujo la jugada, abrió para Malo Gusto, que devolvió al medio para el propio Palmer. El inglés definió con clase, abriendo el pie para colocarla al ángulo y poner el 2-1 con el que se cerró la primera mitad.

En el complemento, el Bayern mantuvo el dominio total. A los 56’, Díaz aguantó la pelota y habilitó a Konrad Laimer, quien asistió a Kane, pero esta vez Robert Sánchez le ganó el mano a mano. Tres minutos después, tras una salida clara de Manuel Neuer y una secuencia de pases, Kane tiró un centro atrás para Olise, que definió, pero nuevamente Sánchez sacó una pelota increíble.

El castigo para el Chelsea llegaría a los 62’, cuando un error en salida de Malo Gusto dejó la pelota servida para Kane. El delantero la aguantó dentro del área y definió abriendo el pie para marcar el 3-1 y sentenciar el partido.

Ya sobre el final, a los 88’, Andrey Santos filtró un gran pase para Palmer, que picó la pelota sobre Neuer, pero la jugada fue invalidada por offside.

Así terminó el encuentro: un Bayern Múnich sólido, que se afirma como principal candidato, y un Chelsea que sufrió su primera derrota de la temporada, todavía sin poder asentarse.