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·14 December 2025
Agustín Tapia y Arturo Coello, reyes y maestros del pádel

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·14 December 2025

Son insaciables, lo quieren todo para ellos. Hace unas semanas confirmaban su reinado mundial un año más al sumar su duodécimo título del año. Algunos podían pensar que ya lo tenían todo, pero se equivocaban. Agustín Tapia y Arturo Coello tenían un objetivo más, las Premier Padel Finals. Y como de costumbre, lo que se proponen lo consiguen.
Si ya eran reyes, ahora también son Maestros. Con una nueva oda al pádel en el último «Clásico» de la temporada. Y con una nueva exhibición de Agustín Tapia, un Mozart que cuando hace sonar su música emboba a todo el mundo. Sus acordes son una sintonía perfecta, unas notas diferenciales. Es normal, cuando está entonado no hay nadie que le haga sombra.

Fuente: Premier Padel
Con Barcelona disfrutando de la igualdad entre las dos mejores parejas del mundo, el de Catamarca ha desnivelado la balanza. Cuando Coello más lo necesitaba y cuando el marcador amenazaba con entregarle a Galán y a Chingotto la última alegría del año. Ahí, en el momento en el que emergen los mejores, no podía aparecer otro que Agustín Tapia para liderar una remontada de maestro.
Porque si el guion parecía el mismo de siempre, Galán y Chingotto tenían planes alternativos. Eran capaces de levantar un primer set que Tapia y Coello tenían encarrilado, pero que se les escapaba en el tie-break. Las dudas y los errores de Coello se estaban pagando caros, y ante la falta de reacción del vallisoletano, era Tapia el que mantenía con vida a la pareja.
El argentino sabía que tenía que dar lo mejor de sí mismo para igualar el ritmo de «ChinGalán». Y en el segundo set la reacción acababa llegando con Tapia haciendo de las suyas. Era un incordio al alza para Galán y, para colmo de los número dos, el «King» empezaba a minimizar sus fallos y a apoderarse de la red. ¿El resultado? Lo esperado, Tapia y Coello igualaban la final con un 6-3 que hacía estallar el Palau Sant Jordi.
En las gradas se respiraba la tensión y la emoción que se vivía sobre la pista. Y, por si fuera poco, los cuatro extraterrestres regalaban un set final de infarto para culminar la temporada. Breaks, juegos eternos, Galán y Chingotto levantándose de la lona y salvando una bola de partido… para llegar al fin de fiesta perfecto: un tie-break.
La resurrección de los siempre combativos Galán y Chingotto hacía pensar que el factor anímico podía hacer mella. Agustín Tapia y Arturo Coello habían tenido en la mano conquistar el único título que se les resistía, la corona de maestros. Sus rivales estaban completamente lanzados, pero no iba a ser suficiente. Todo lo contrario, su caída iba a ser más dolorosa.
Porque Agustín Tapia quería hacer un último servicio este 2025. Regalarle a su compañero Arturo unas Finals que nunca había ganado. El argentino sí que lo había hecho de la mano de Fernando Belasteguín. Y esa experiencia previa iba a entrar en juego para firmar un tie-break perfecto. Un arsenal de golpes, un liderazgo innato y una pesadilla para Galán y Chingotto.
Lo soñaron, lo trabajaron y lo consiguieron. Agustín Tapia y Arturo Coello lo han ganado todo. Han sido campeones del mundo, son los reyes del pádel y ahora también son Maestros. Son historia viva del pádel, su legado será eterno y en 2026 volverán a pelear por estar en la cima mundial un año más.









































