Colón CUMPLE A MEDIAS y busca oxígeno en un contexto DELICADO | OneFootball

En Colón se respira un aire de alivio parcial. No de euforia, ni mucho menos, ya que la dirigencia de Colón consiguió abonar un mes más de salario al plantel profesional, apoyada en el dinero que Racing giró recientemente por el pase de Alan Forneris. Fue un respiro en medio de una economía que pide oxígeno a gritos.

El club pagó de julio, mientras siguen pendientes agosto y septiembre. Hay un compromiso asumido internamente: poner a todos al día en el corto plazo. Pero las cuentas no son sencillas.

La temporada terminó antes de lo esperado y eso dejó al club frente a una realidad incómoda. Sin competencia, los ingresos se achican, las recaudaciones desaparecen y los gastos —por plantel y estructura— se mantienen casi intactos. En ese contexto, cada peso que entra se transforma en una pieza de un rompecabezas que no termina de encajar.

A la caída natural de recursos se suma otro frente de tormenta: la demora en el pago de Platense por la venta de Leonel Picco, que todavía no se acreditó y ya genera un gran problema. Y no es el único tema a resolver: el reclamo de Alberto Espínola sigue en carpeta y amenaza con abrir un nuevo flanco de conflicto.

Mientras tanto, el área de fútbol trabaja en rescisión de contratos y reacomodamiento del plantel. Cada salida significa un ahorro, y en este contexto, cada ahorro vale oro. Cabe aclarar que el retraso salarial no afecta a los contratos AFA —que se cumplieron puntualmente— sino a los denominados contratos de trayectoria, que es lo más sustancial. Por ahora, el pago de julio fue una bocanada de aire fresco. Pero el horizonte financiero del Sabalero sigue nublado, y la meta de llegar al día con todo el plantel aparece más como una promesa que como una certeza.