Da igual la pelota
·28 December 2025
El Barça puede pagar cara la explosión de Trincao

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Francisco Trincão vive uno de los momentos más sólidos de su carrera en el Sporting de Lisboa. Un rendimiento que ha reabierto el debate en torno a la gestión de su salida del FC Barcelona. El extremo portugués pertenece ahora en su totalidad al club lisboeta. Después de que la entidad azulgrana decidiera desprenderse el pasado verano del porcentaje que aún conservaba de sus derechos.
Tras su traspaso al Sporting en 2023, el Barça había retenido el 50 % de una futura venta. Una fórmula habitual para minimizar pérdidas en operaciones a bajo coste. El futbolista aterrizó en Portugal después de una etapa como cedido y fue adquirido por siete millones de euros, con la idea de que una posible revalorización generase beneficios a medio plazo.
En el último mercado estival, Trincão despertó el interés de varios clubes europeos, con ofertas que superaban los 30 millones de euros. Pese a ello, el Sporting apostó por su continuidad y comenzó a trabajar en su renovación. En ese escenario, y condicionado por la necesidad de cumplir con el control económico para inscribir nuevos jugadores, el Barcelona negoció la venta del 50 % restante de sus derechos, una operación que se cerró por 11 millones de euros.
Desde entonces, el atacante no ha hecho más que consolidarse como una pieza clave en el equipo. A sus 25 años, es indiscutible en el once titular y acumula ya nueve goles esta temporada, cifras muy similares a las de sus dos cursos completos anteriores: diez tantos en la 2023-24 y nueve en la 2024-25.
Su crecimiento ofensivo y su regularidad le han devuelto protagonismo tanto en el Sporting como en la selección portuguesa, donde es habitual en las convocatorias de Roberto Martínez.
Este rendimiento ha impulsado de nuevo su valor de mercado, que ronda los 35 millones de euros, una cifra cercana a la inversión que realizó el Barça en su fichaje en 2020. Con el Sporting como único propietario de sus derechos, cualquier futura venta supondrá un ingreso íntegro para el club portugués.
“No hubo paciencia”. Así resumió José Carvalho Araújo, técnico que lo dirigió durante cinco años en el Braga, el paso de Trincão por el Barcelona. El club azulgrana pagó 31 millones de euros por él y le fijó una cláusula de rescisión de 500 millones cuando apenas tenía 21 años. Era una apuesta de futuro más que una realidad contrastada: el Barça fichaba al jugador que proyectaba, no al que ya era.
Su última temporada en el Braga reflejó perfectamente ese proceso. Comenzó como suplente y terminó irrumpiendo como una de las grandes revelaciones del fútbol portugués. El siguiente paso lógico habría sido recalar en uno de los grandes de Portugal, pero eligió un atajo hacia la élite cuando apareció la oferta del Barça.
Trincão ya era entonces un futbolista atractivo a la vista. Integrante de la generación de João Félix o Rafael Leão, destacaba por su desborde. Su elegancia en el golpeo y un físico poderoso que invitaba a pensar que estaba preparado para competir al máximo nivel. Además, su perfil encajaba con la tradición de extremos del club y la presencia de Ronald Koeman, un entrenador proclive a apostar por jóvenes, parecía jugar a su favor.
Sin embargo, la realidad fue muy distinta. Tras una sola temporada (2020-21), abandonó el Barcelona dejando la sensación de que aún estaba demasiado verde para la exigencia del Camp Nou. Hoy, en Lisboa, Trincão parece haber encontrado el contexto y la madurez que entonces le faltaban.









































