El Cholo y una decisión que lo cambió todo | OneFootball

En una maniobra que desafió a la lógica, el técnico del Atlético de Madrid dejó su impronta en los minutos finales para protagonizar otra remontada épica. Un doble cambio en el campo, aparentemente sin sentido, que nadie entendió hasta que la genialidad del estratega se hizo realidad.

El Atlético de Madrid y Diego Pablo Simeone son sinónimo de milagros. De esos triunfos imposibles que se construyen a base de fe y corazón, desafiando cualquier lógica. En el último encuentro, se vivió otro episodio épico, una remontada que dejó a todos con la boca abierta. El protagonista no fue el de siempre, aunque él acabó decidiendo el partido, sino una jugada maestra del técnico que nadie vio venir.

El partido se acercaba al final y el Rayo Vallecano había logrado un gol que los ponía por delante en el marcador. A falta de 13 minutos, Simeone hizo dos cambios que habrían provocado un infarto a cualquier aficionado. Sacó del campo a Gallagher y Griezmann, dos jugadores con clara vocación ofensiva, para dar entrada a dos laterales: Pubill y Ruggeri. Una jugada arriesgadísima que, de haber salido mal, habría desatado una ola de críticas feroces. Sin embargo, no hay que olvidar que El Cholo siempre se ha caracterizado por ver el fútbol de una manera única y tener una confianza ciega en sus decisiones. En este caso, su apuesta salió cara.

El técnico argentino siempre ha visto en los laterales un recurso ofensivo crucial. Y en esta ocasión, lo demostró con creces. Ya no cuenta con nombres como Filipe Luis o Juanfran, pero su filosofía se mantiene intacta. A pesar de los pocos minutos que pasaron en el campo, los dos recién ingresados se sumaron al ataque con una personalidad tremenda, poniendo centros de gran calidad que crearon mucho peligro. El doble cambio, que agotó las sustituciones (antes habían entrado Giuliano, Nico González y Raspadori), dejó en evidencia a los que siempre tildan a Simeone de ser un entrenador ultra-defensivo.

La jugada del empate llegó en el minuto 80, apenas un minuto después de la entrada de Pubill y Ruggeri. El balón partió de una gran jugada de Pubill por la banda derecha. Tras pasearse por el área, fue Ruggeri el que lo recogió para poner un centro magistral a la cabeza de Giuliano. Dos protagonistas inesperados que solo existían en la mente de Simeone, quien, una vez más, nos demostró que su visión del fútbol va más allá de lo evidente, orquestando una jugada que será recordada como una de sus más grandes genialidades.