Fondo Segunda
·16 December 2025
El Córdoba se queda sin dos pilares hasta 2026 en un golpe duro

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·16 December 2025

Hay lesiones que no solo afectan al cuerpo del futbolista, sino que atraviesan el alma de un equipo. El Córdoba CF ha recibido una de esas noticias que caen como un portazo en mitad del invierno: Theo Zidane será intervenido quirúrgicamente por un problema discal y Kevin Medina estará de baja tras sufrir una fractura de cúpula radial. Ambos dicen adiós a lo que resta de 2025 y no reaparecerán hasta el próximo año.
No es solo una cuestión médica. Es una sacudida deportiva, emocional y estructural para un conjunto que ya caminaba sobre el alambre en una categoría tan exigente como LaLiga Hypermotion. El Arcángel vuelve a guardar silencio, esta vez no por un mal resultado, sino por la certeza de que dos piezas importantes no estarán cuando más se aprieta el calendario.
La baja de Theo Zidane duele especialmente por lo que representa. El centrocampista había ido ganando peso en la medular blanquiverde, aportando lectura del juego, personalidad con balón y una capacidad para ordenar al equipo en fases de caos. Su problema discal, que finalmente requerirá intervención quirúrgica, obliga a parar en seco una progresión que empezaba a ser constante.
En Segunda División, donde el centro del campo es una trinchera diaria, perder a un futbolista con criterio supone algo más que una ausencia numérica. Es perder una brújula. Theo no solo sumaba minutos, también ofrecía soluciones: pausa cuando el partido lo pedía, energía cuando tocaba morder. Su regreso no se espera hasta 2026, lo que deja al Córdoba sin uno de sus perfiles más completos durante un tramo decisivo del campeonato.
La lesión de Kevin Medina golpea en otro punto sensible: la energía. El extremo, uno de los futbolistas más verticales de la plantilla, sufre una fractura de cúpula radial que también le obliga a decir adiós al año. Su fútbol, basado en la insistencia, el desborde y la amenaza constante, se pierde en un momento donde el Córdoba necesita romper partidos desde las bandas.
Kevin era una opción para agitar encuentros atascados, para estirar defensas y para contagiar carácter. Su ausencia reduce variantes ofensivas y obliga al cuerpo técnico a reinventar soluciones en un equipo que ya iba justo de recursos en determinadas posiciones.
Estas dos lesiones no solo afectan al once inicial, sino que condicionan la hoja de ruta del club. Con Theo Zidane y Kevin Medina fuera hasta 2026, el mercado invernal deja de ser una opción y pasa a ser casi una obligación. El Córdoba tendrá que decidir si apuesta por refuerzos inmediatos, si tira de fondo de armario o si asume el riesgo de competir con lo justo.

Además, hay un componente psicológico que no se puede obviar. Las lesiones largas generan una sensación de fragilidad colectiva. El vestuario sabe que cada esfuerzo cuenta, que no hay margen para el error y que la plantilla se estrecha cuando más exigente es la competición.
La Segunda División no espera a nadie. El calendario avanza, los rivales suman y los puntos no se regalan. El Córdoba CF deberá encontrar respuestas internas, ajustar su identidad y competir con lo que tenga, mientras espera que el tiempo haga su trabajo en el quirófano y en la rehabilitación.
La ausencia de Theo Zidane y Kevin Medina es una prueba de madurez para el proyecto. Una de esas situaciones que separan a los equipos que se rompen de los que aprenden a sobrevivir. Porque resistir también es una forma de crecer.
Theo y Kevin volverán. El fútbol siempre devuelve a quien sabe esperar. Pero hasta que llegue 2026, el Córdoba CF tendrá que escribir su historia sin ellos, reinventarse cada semana y competir con el orgullo como bandera.
A veces, las temporadas no se definen por los goles, sino por cómo se sobrevive a las ausencias. Y este Córdoba tiene ante sí uno de esos momentos que marcan carácter. Porque cuando el quirófano apaga dos luces, el equipo está obligado a encender muchas más.









































