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·30 January 2025
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El Barça ha soltado la mochila de los traumas europeos. Atrás ha quedado aquel recuerdo de las humillaciones de la Roma, el Liverpool o el Bayern. De hecho, justamente el hombre que vio en primera persona el estropicio de Lisboa (2-8) es el que está colocando los remaches para recomponer el barco. No queda nada de ese equipo endeble y miedoso al que le temblaban las piernas al salir del territorio nacional. Ahora es una auténtica apisonadora y no importa a quién tenga delante, pues lo arrollará, véanse los casos de Real Madrid o, la que era la bestia negra, el conjunto de la capital alemana.
El elenco blaugrana no fue capaz de aprovechar la oportunidad que el PSV le regaló al vencer al Liverpool en el Philips Stadion. No obstante, como dijo Araujo, lo tuvo "cerquita". No hay motivos para echarse las manos a la cabeza, el equipo dio la cara y realizó un gran partido. La Atalanta se jugaba mantener su plaza entre los ochos primeros, para ello necesitaba ganar y no lo consiguió, por lo que no iba a dar su brazo a torcer.
El único partido malo de la fase de liga fue la derrota ante el Mónaco, condicionada por la temprana expulsión de Eric García. Sí que es cierto que Flick no acertó con la pizarra tras este inconveniente, pues mantuvo el plan con un hombre menos, y que el Barça se vio sobrepasado, pero fue la única ocasión.
El cuadro azulgrana ya no es ese equipo que juega contra su rival y contra sí mismo. Ningún contrincante se atreve ahora a burlarse o a reírse, pues el FC Barcelona está asegurándose de recuperar el respeto que se le tenía a base de buen fútbol y goleadas. Ha cumplido el objetivo prioritario de la primera fase de la Champions, que era pasar directamente a octavos de final.
No se pudo acabar en primera posición, pero no es nada malo. Es un proyecto muy joven, todavía en construcción y a cuya plantilla le faltan algunas piezas para terminar de completar los perfiles necesarios. Aun así, ya asusta al mundo del fútbol y eso que esto es solo el principio.
Xavi cimentó las bases. Realizó la limpieza de plantilla necesaria, fue tapando agujeros con los refuerzos que llegaban y se apañó en una situación financiera mucho más compleja. Asimismo, hizo lo más difícil: seleccionó a aquellos canteranos con el potencial necesario, los hizo debutar y les dio la confianza y la continuidad imprescindibles para que sobreviviesen a la élite.
Su última temporada quizás fue un paso atrás, pero el actual Barça no setía lo que es sin su trabajo. Posteriormente, llegó Hansi Flick. El alemán está consiguiendo sacarle todo el jugo a la plantilla. Este equipo ya no tiene miedo, lo infunde. Definitivamente, el FC Barcelona ha soltado la mochila de los traumas europeos.