El largo camino que ha recorrido el baloncesto femenino en España | OneFootball

Con motivo del Día Internacional de la Mujer repasamos los casi 100 años de historia de baloncesto femenino en nuestro país

A día de hoy, el baloncesto femenino español es reconocido mundialmente. Nuestra forma de jugar encandila a propios y extraños y en competiciones internacionales siempre somos una fuerza temible. Sin embargo, la historia de la mujer y el baloncesto en España es una de superación de obstáculos. No todo siempre fue así, ya que durante décadas la sociedad ha puesto barreras a la mujer en el deporte. Para que Laia Palau, Alba Torrens o Astou Ndour brillasen hubo muchas otras pioneras que en su época no recibieron el reconocimiento justo y lucharon imaginando un futuro mejor.

El baloncesto femenino en España tiene su origen en los años veinte, de manera muy limitada. Su primera gran aparición pública tuvo lugar en 1929, en la Exposición Internacional de Barcelona. En dicho evento el Club Femení i d’Esports de Barcelona, fundado un año antes por Teresa Torrens y Enriqueta Sèculi, organizó un partido entre dos equipos locales, de los cuales no existen registros. Este club además es la primera entidad deportiva exclusivamente femenina de España.

Durante las siguientes décadas el baloncesto femenino se practicó en su mayoría en centros educativos y organizaciones religiosas y comenzaron a surgir las primeras competiciones en torno a los años 50. En 1963 se dieron pasos de gigante con la creación de la Liga Nacional de Baloncesto Femenino, cuya primera edición ganaría el CREFF Madrid, gran dominador de la competición en sus primeros años, con siete títulos ligueros entre 1964 y 1971. Era la sección femenina del Real Madrid de manera oficiosa y nunca se llegó a dar la unión de manera oficial. Durante ese tiempo, en 1964, la selección española de baloncesto disputó en Malgrat de Mar su primer partido internacional ante Suiza, que se saldó con derrota por 31-40. En aquella época nuestras referentes eran Antonia Gimeno o Charo Borges, pilares para las generaciones venideras.

Plantilla del CREF Madrid. Foto: Federación Madrileña de Baloncesto

Los siguientes años de competición doméstica fueron dominados por CREFF Madrid e Ignis Mataró, pero dos equipos dotaron al baloncesto femenino de una nueva dimensión competitiva. La rivalidad deportiva entre el Celta de Vigo y el Picadero J.C. supuso un crecimiento exponencial del baloncesto femenino en nuestro país. La final de la Copa de la Reina de 1977-78 entre ambos equipos fomentó la visibilidad del baloncesto femenino en nuestro país. En esa ocasión el Picadero J.C. se llevó a casa el trofeo con Rosa Castillo como MVP. Esta pívot catalana pasó a la historia del baloncesto español con 11 ligas, 11 copas y una copa de Europa como palmarés y sus duelos en pintura con Marisol Paíno fueron vistos en todo el país.

Rosa Castillo y Marisol Paíno en uno de los duelos entre Celta y Picadero. Foto: encancha.com

En la década de los 80 la selección española escribió las primeras páginas de su historia en competiciones internacionales. En 1983 la selección participó por primera vez en un torneo internacional, el EuroBasket Femenino disputado en Hungría. Las nuestras finalizaron en décima posición dirigidas por María Planas, otra mujer que ayudó mucho al crecimiento del baloncesto femenino.

El oro de Perugia

Los metales tardaron poco en llegar, ya que 1993 es otro de los años gloriosos de nuestra historia. La selección española se alzó con el oro en el EuroBasket de Perugia. La generación entrenada por Manolo Coloma fue una de las más prólificas de nuestra historia. Ana Belén Álvaro, Laura Grande, Mónica Messa, Blanca Ares, Carolina Mújica, Paloma Sánchez, Pilar Valero, Mar Xantal, Piluca Alonso, Elisabeth Cebrián, Marina Ferragut y Wonny Geuer conformaron aquella plantilla que nos llevó a nuestro primer éxito deportivo. En la final vencimos a Francia por 63-53 con puntos decisivos de Blanca Ares.

Entrega de medallas a la Selección Española de 1993. Foto: FEB

Con respecto a clubes, durante los noventa el Dorna Godella alcanzó la cúspide del baloncesto europeo proclamándose campeonas de Europa de forma consecutiva en las temporadas 1991-92 y 1992-93. En aquellas finales venció al Dynamo de Kiev y a la Ginnastica Conense italiana con figuras como Ana Junyer, Marta Fernández, Chari Rivas, Sandra Gallego, Mariángeles Sáinz o Susana Gómez.

En la consecución de la segunda Copa de Europa del Dorna Godella apareció la figura de una joven madrileña de 16 años que conquistó el baloncesto femenino mundial. Se trata de Amaya Valdemoro, jugadora que marcó una época en nuestro deporte. Desde joven demostraba un liderazgo y una visión de juego impropias de una jugadora de su edad, lo cual daba señas de que estaba destinada a algo grande. En 1996 se unió a la WNBA, la liga americana de baloncesto. Recaló en los Houston Comets, uno de los mejores equipos de liga, y en la franquicia tejana conquistó tres anillos consecutivos en 1997, 1998 y 1999 junto a jugadoras de la talla de Sheryl Swoopes o Cynthia Cooper.

Amaya Valdemoro posando con sus tres campeonatos de la WNBA: Foto: @valdemoro13 (x.com)

La generación dorada

Liderada por Amaya Valdemoro, la selección española femenina tuvo su generación dorada particular. Esta sentó las bases de su éxito con tres bronces consecutivos en los EuroBasket de 2001, 2003 y 2005. En 2007 disputamos la final del EuroBasket ante Rusia, pero no conseguimos superar a las bálticas y nos hicimos con la plata. Tras otros bronces en el Europeo de 2009 y en el Mundial de 2010 llegó nuestro primer oro desde 1993. Fue en el EuroBasket de 2013, donde vencimos por la mínima a Francia por 70-69 con una descomunal Sancho Lyttle, proclamada MVP del torneo.

En 2017 y 2019 convertimos la victoria en costumbre y nos alzamos con otros dos europeos. Otro de los grandes momentos fueron nuestros duelos contra Estados Unidos. No salimos vencedoras, pero nos otorgaron una plata en el Mundial de 2014 y en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Este dominio en los medalleros de las competiciones internacionales fue gracias a figuras como Laia Palau, Alba Torrens, Astou Ndour, Elisa Aguilar o Marta Xargay. Además, en Euroliga clubes como el Halcón Avenida Salamanca y el Ros Casares Valencia se alzaron con el prestigioso trofeo en 2011 y 2012 respectivamente. En esa edición el desaparecido Rivas Ecópolis consiguió el subcampeonato. Ha sido la única final en la historia de la competición entre dos equipos españoles.

Valdemoro con la medalla de oro del EuroBasket 2013. Foto: FEB

El futuro de nuestro baloncesto está en buenas manos. Jugadoras como Raquel Carrera, Helena Pueyo, Iyana Martín o Awa Fam tocan la puerta del baloncesto europeo y mundial. Además en París 2024 en la modalidad 3×3, el baloncesto femenino español entró en los anales de la historia. La selección obtuvo la plata para después conquistar el oro en el europeo de ese año.

Con esta nueva hornada de talento el baloncesto femenino español continuará creciendo gracias al sacrificio de muchas otras mujeres involucradas en el desarrollo de nuestro deporte y que han abierto tantas puertas. Se han dado pasos de gigante recientemente, con la total profesionalización de la LF Endesa en 2020, por lo que a pesar de nuestra rica tradición esto no ha hecho más que empezar.