El récord que el Albacete alcanza 50 años después | OneFootball

Hay veces en que la historia se invoca no por los logros, sino por las caídas. El Albacete Balompié ha arrancado la temporada 2025/26 de LaLiga Hypermotion con un lastre inesperado. Son ya 13 goles encajados en solo cuatro partidos. Un registro que no se veía desde hace 50 años, cuando el Barcelona B de la campaña 1974/75 firmó idéntico descalabro defensivo.

Lo del conjunto manchego no es una simple mala racha. Es un síntoma profundo, un espejo que refleja grietas que deben cerrarse cuanto antes.

Una sangría que pasa factura al Albacete

Los números son elocuentes. 4 goles recibidos ante el Almería, otros 4 frente al Mirandés, 3 contra el Racing de Santander y 2 frente al Cádiz. La estadística no engaña. El equipo dirigido por Alberto González encaja una media de más de tres tantos por partido. Una cifra que dinamita cualquier plan de estabilidad competitiva. En una categoría tan igualada como la Segunda División, sostenerse con semejante fragilidad defensiva es casi una quimera.

No es casualidad que el Albacete se vea obligado a remar siempre contracorriente. Los atacantes hacen su parte —el cuadro manchego ha mostrado capacidad ofensiva en varios duelos—. Pero la falta de solidez atrás convierte cada encuentro en un ejercicio de supervivencia.

El contexto y las comparaciones

La referencia al Barcelona B de hace medio siglo no es solo un dato anecdótico: es un aviso. Aquel filial culé terminó pagando caro su debilidad en una categoría exigente. Y el Albacete podría verse en una situación parecida si no encuentra pronto la fórmula para blindarse.

Curiosamente, el equipo manchego no había mostrado una tendencia tan acusada en campañas recientes. En la 2023/24 recibió 56 goles y en la 24/25 fueron 57 en 42 partidos, un promedio asumible para la permanencia. Hoy, la media es alarmante.

Urgencia y necesidad de reacción

Más allá de los sistemas tácticos o los nombres propios en defensa, la situación del Albacete demanda una respuesta inmediata. La temporada es larga. Pero los cimientos se colocan en las primeras jornadas. Y este inicio deja al club con un peso difícil de cargar. La afición, fiel y entregada, merece algo más que ver cómo su equipo se desangra jornada tras jornada.

El fútbol, como la vida, concede segundas oportunidades. El desafío del Albacete será transformar este récord negativo en un punto de inflexión. En el recuerdo de un inicio que marcó un antes y un después. Porque si algo enseña la historia, es que hasta las caídas más duras pueden servir de impulso para volver a levantarse.