Anfield Index
·15 November 2025
¿Es Antoine Semenyo el sucesor ideal de Salah o un error para enero?

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·15 November 2025

En una temporada en la que el Liverpool ha salido tambaleándose y ha caído en algo que se parece a una crisis estructural, da la sensación de que cada partido expone el mismo conjunto de problemas: falta de control, sin seguridad defensiva y sin estabilidad en transición. Este parón internacional debería tratar menos de recargar piernas y más de reconfigurar a un equipo que parece tácticamente desordenado y emocionalmente exhausto.
Los problemas de fondo ya no están a debate, pues el rendimiento sigue retrocediendo frente a rivales proactivos. El Liverpool no puede progresar el balón de forma consistente desde atrás, lo que apunta a la decisión de no buscar laterales cómodos con el balón.
Este plantel actual pierde segundas jugadas a un ritmo alarmante, lo que está echando sangre al agua para las disecciones de los ojeadores antes de los enfrentamientos.
Y el mediocampo, armado de alguna manera a gran costo sin un solo No. 6 natural, se ha convertido en la autopista más transitada de la Premier League para contraataques en transición. Cada rival conoce ya la fórmula: jugar hacia adelante temprano, colapsar el medio y esperar el caos que a menudo conduce a una ocasión clara.
El ciclo continuo de emparejar interiores aventureros sin un verdadero ancla defensiva ha dejado al equipo expuesto, frágil y demasiado fácil de abrir. Por eso mi fichaje preferido para enero sigue siendo Elliott Anderson: alguien que realmente pueda defender espacios, conducir a través del contacto y reintroducir el tipo de presencia en el mediocampo que solía definir al Liverpool.
Pero mientras esa conversación puede esperar hasta que se abra la ventana, el ruido de traspasos más fuerte ahora mismo gira en torno al extraordinario atacante de banda del Bournemouth, Antoine Semenyo.
Seamos claros: Antoine Semenyo es un futbolista formidable. Es poderoso, explosivo, directo y disruptivo. Puede jugar abierto o por dentro, presiona como un demonio y se ajusta a la evolución a largo plazo del ataque del Liverpool. Hay una razón por la que el club sigue monitorizándolo de cerca y con intención.
Este movimiento va del futuro, no del presente.
Semenyo perfila como el sucesor natural de Mohamed Salah cuando el egipcio finalmente se marche. Está listo para la Premier League, está entrando en su pico y su flexibilidad táctica se alinea con lo que Arne Slot quiere construir. Sobre el papel, es un negocio inteligente y es absolutamente alguien al que debería dársele la bienvenida, pero no aún. El buen negocio también trata del timing, y el timing de este parece completamente equivocado.
El Liverpool no necesita otro atacante en enero. Necesita una columna vertebral. Necesita organización. Necesita un mediocampista que realmente gane el balón, proteja la línea defensiva y ofrezca una vía de escape bajo presión. Los requisitos contundentes que saltan a la vista deberían empujar cualquier otra cosa a los meses más cálidos, ya que esta temporada fría requiere algo más aclimatado a las condiciones duras.
Gastar 60 millones de libras a mitad de temporada en un delantero, cuando las mayores debilidades de la plantilla son estructurales, sería otro síntoma de un departamento de contratación que ya ha gastado cientos de millones sin abordar las áreas más esenciales del campo.
Este es el primer calor genuino que Michael Edwards y Richard Hughes han sentido desde su ascenso al poder. Cuando gastas casi medio billón de libras y el equipo se ve peor, no mejor, el escrutinio se vuelve inevitable para la afición y la propiedad por igual. Los aficionados pueden convivir con la transición. Incluso pueden aceptar el dolor a corto plazo. Lo que no pueden tolerar es una plantilla que se siente cara pero incompleta, talentosa pero incoherente.
Esta ventana de enero ya no es un lujo.
Es una prueba para enmendar y corregir los errores de agosto pasado. Un momento definitorio para un departamento de contratación que debe demostrar que entiende las carencias tácticas y físicas del equipo, con el ego a un lado en favor del pensamiento lógico.
¿Fichar a Semenyo en verano?
Eso es planificación.
¿Ficharlo en enero?
Eso es desalineación y debería evitarse.
Todo esto nos lleva de vuelta a Salah. Existe una pequeña posibilidad de que se vaya en enero si la Saudi Pro League se pone agresiva después de que se decida la ronda de clasificación de la Champions. Pero el escenario mucho más probable es una salida en el verano de 2026, cuando le quedará un año de contrato y el Liverpool aún podrá exigir una tarifa premium. Esa tarifa casi con toda seguridad financiará por completo a su sustituto.
Y ahí es donde la conversación sobre Semenyo vuelve a cobrar sentido.
Antoine Semenyo o Michael Olise.
El próximo gran creador de banda.
El heredero del extremo más productivo en la historia moderna del Liverpool, algo que merece una consideración cuidadosa y quizá el mayor fichaje de reemplazo desde que se marchó Luis Suárez.
Semenyo es una respuesta a largo plazo, solo que no una solución a corto plazo. Y ahora mismo, el Liverpool necesita desesperadamente lo segundo.
Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🏴 en este enlace.









































