Enelcamarin.cl
·25 December 2024
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Foto gentileza Diario VI Región.
Bastante escozor causó en el ambiente futbolístico, la aprobación, por parte del Consejo de Presidentes del día 19 de Diciembre, de la propuesta de llevar a cabo una Segunda División profesional con límite de edad Sub-23 sin excepciones.
Esta idea, planteada por siete clubes, Trasandino, Concón National, Provincial Osorno, Provincial Ovalle, Real San Joaquín, General Velásquez y Deportes Rengo, contó con el apoyo mayoritario de los presidentes de los clubes de Primera División y de Ascenso. Algunos clubes, como Universidad de Chile, se manifestaron en contra de esta moción, mientras que otros, como Colo-Colo, simplemente se abstuvieron.
Según el presidente de Concón National, y uno de los ideólogos de este cambio, Fernando López, se pretende equilibrar el nivel de gastos que genera la disputa de este torneo, evitando pérdidas que, según el mandamás conconino, “superan los 7 mil millones de pesos”, además de promover a jugadores de divisiones inferiores, favoreciendo ambos aspectos la sustentabilidad de la categoría.
Dicha medida aprobada por el Consejo de Presidentes generó el inmediato rechazo del entorno futbolístico de nuestro país. Jugadores e hinchas han manifestado su preocupación por la aplicación de la nueva norma, que trae como consecuencia una enorme cesantía, la cual alcanzaría estimativamente a unos 300 futbolistas que quedarían sin trabajo. El SIFUP, a través de su directiva encabezada por Gamadiel García, comenzó a llevar a cabo acciones que estén destinadas a invertir esta situación que definen como “discriminatoria, ilegal e inconstitucional”. El gremio ya se reunió con el Ministerio del Trabajo, buscando recabar información y aunar criterios para dar solución a esta problemática. No se descartan acciones más radicales, como una huelga o un paro de futbolistas, previa reunión con los capitanes de los equipos que participan en los torneos de la ANFP.
Más allá de las razones con las cuales se pretende argumentar este cambio profundo en las bases de la Segunda División, ya sea potenciar nuevos talentos o simplemente reducir gastos, creemos que la divisional cae en un manifiesto retroceso. Durante el 2024, la Segunda Profesional tuvo un notable fortalecimiento y avance en cuanto a su desarrollo, con mayor competitividad, aumento de la cantidad de espectadores presentes en sus partidos y, por primera vez, un medio de comunicación (La Liga 2d) llevando a cabo la transmisión de los cotejos favoreciendo, de paso, la promoción, cobertura y difusión de esta división. El caso de la final entre Deportes Melipilla y Deportes Concepción, con 11.000 personas en las gradas, es un craso ejemplo de como la Segunda División avanzó en cuanto a un mejor desarrollo. (El mismo cuadro penquista promedió 7.000 personas en Collao).
Creemos que un torneo sub-23 no captaría el interés ni de la hinchada ni de los medios de comunicación. El promedio de espectadores asistentes a los partidos disminuirá considerablemente, y será complicado que una empresa como La Liga 2d esté interesada en un torneo destinado más a promover figuras que a la misma competencia se refiere. Probablemente, el objetivo va más allá de aquello que recién señalamos, sino que esté orientado a crear, finalmente, un futuro Torneo de Reservas y la consiguiente desaparición de la Segunda División Profesional. Incluso, hay rumores de pasillo que señalan que la intención de fijar una regla sub-23 podría extenderse a otras divisiones del fútbol rentado tales como, por ejemplo, el Ascenso Femenino.
Como sitio web, sostenemos que el fútbol profesional en Chile debe desarrollarse sosteniendo a sus divisiones y fortaleciendo sus torneos. Es por esto que deseamos proponer una idea, para el año 2026, que tienda a robustecer al Ascenso en el fútbol chileno y darle la importancia que se merece: La Fusión de las categorías de Ascenso y la Segunda División Profesional en un solo campeonato. Una especie de “Nueva Primera B” o “Nueva Segunda División”.
Entre los años 1984 y 1991, el torneo de Segunda División, por redundancia la segunda categoría del fútbol chileno en aquel entonces, ponía en práctica torneos muy atractivos y competitivos, con un buen marco de público en las aposentadurías de los estadios y una adecuada cobertura y difusión de sus partidos y actividades. En aquellos años, los equipos se dividían en dos grupos, norte y sur, con un promedio de 12 equipos por grupo y con la disputa de liguillas tanto de ascenso como de descenso.
Citamos como ejemplo el torneo de la Segunda División de 1989, en donde participaron Universidad de Chile y Palestino que habían descendido de categoría en 1988. En aquella temporada, participaron un total de 24 equipos divididos en 12 elencos en el Grupo Norte y 12 en el Grupo Sur. Después de una fase regular de dos ruedas con 22 partidos jugados, clasificaron 6 equipos por grupo a una Liguilla de Ascenso, mientras que los otros 6 equipos debieron disputar otra Liguilla por no descender. Se mantuvo el rango geográfico, por lo que Palestino y Universidad de Chile ganaron sus respectivas liguillas y obtuvieron su retorno a la Primera División. Mientras que, por otro lado, los equipos que finalizaron en el último lugar de cada liguilla de descenso, Unión La Calera en el norte y General Velásquez, en el sur, definieron en un partido quien descendería finalmente a la Tercera División, siendo los cementeros quienes perderían en dicho evento. A eso se sumaba un tercer ascenso a la Primera División a través de una Liguilla de Promoción entre los dos equipos que finalizaron en el segundo lugar en ambas Liguillas de Ascenso más el equipo de Primera División que finalizó en 14° lugar. Este tercer ascenso fue obtenido por Santiago Wanderers. (Véase Segunda División de Chile 1989 – Wikipedia, la enciclopedia libre)
Quienes somos parte de EEC deseamos proponer, humildemente, una nueva categoría de Ascenso para el 2026 fusionándola con la Segunda División Profesional. Es decir, uniendo a los 16 equipos de la B con los 14 equipos de la Segunda en una sola divisional. Nuestra idea sería realizar un torneo, en donde:
Otra idea sería seguir el modelo de campeonato que se está disputando en la Primera Nacional (la segunda categoría) del Fútbol Argentino. Esto significa que:
Nuestra idea apunta a fortalecer al Fútbol de Ascenso del fútbol chileno al convertirla en una sola división. Esto estimularía una serie de aspectos fundamentales. En primer lugar, el aspecto deportivo, potenciando el nivel de competitividad y el ritmo de competencia de los equipos participantes, llevando a cabo un modelo de campeonato de desarrollo continuo y otorgando mayores posibilidades de logro de objetivos, ya sea disputando una liguilla o llegando a fases de playoffs. En segundo lugar, daría solución a los problemas económicos esgrimidos por los clubes en las últimas temporadas, disminuyendo los gastos incurridos en cuanto a temas de viajes y hospedaje, mientras que un torneo diferente al que se está jugando en estos últimos años, siendo más atractivo para el hincha y captando su atención, lo cual contribuiría a aumentar la cantidad de público asistente en los estadios. Y, en tercer lugar, el aspecto comunicacional, en cuanto a que favorecería una mejor cobertura y difusión de la divisional, con la transmisión de más partidos y un mayor acercamiento de empresas que estén interesadas en auspiciar y promover un nuevo campeonato, más atractivo para la percepción tanto del empresario que invierte como del hincha común que asiste a sus encuentros.
Como medio de comunicación, tenemos el deber de proponer toda idea que esté orientada al bienestar del fútbol chileno. Es hora de fortalecer a nuestro fútbol y de recuperar espacios y opciones para volver a situarlo en el lugar que se merece.