Gabriel Milito, la nueva ilusión rojiblanca: ¿es este el torneo que rompa la sequía de Chivas? | OneFootball

Han pasado ocho largos años desde que el Guadalajara levantó por última vez un título de Liga MX. El Clausura 2017 quedó atrás, casi como un recuerdo romántico que la afición revive cada que el equipo muestra señales de grandeza. Hoy, con Gabriel Milito al mando, ese anhelo vuelve a tomar forma. Y no solo como un sueño… sino como una posibilidad real.

Un proyecto que renació cuando parecía desmoronarse

El proceso de Milito no inició con luces. Por momentos, parecía caminar hacia un precipicio: resultados irregulares, poca contundencia y dudas que crecían entre la afición y los analistas. El propio técnico reconoció que su crédito estaba comenzando a agotarse.

Sin embargo, lejos de claudicar, el argentino dio un giro rector. Chivas comenzó a jugar con orden, equilibrio y carácter, transformando un arranque inestable en una recta final contundente.

El respaldo directivo marcó la diferencia

En etapas pasadas, proyectos rojiblancos se tambaleaban a la primera crisis. Con Milito no fue así. La directiva eligió sostener el proyecto y el equipo respondió: siete triunfos en sus últimos ocho partidos y un cierre que devolvió credibilidad en todos los sectores del club.

El resultado: 29 puntos, un sexto lugar general y la clasificación directa a Cuartos de Final.

Otro de los grandes méritos del estratega argentino fue liberarse de la dependencia en jugadores puntuales. Chivas recuperó competitividad en todas sus líneas, con una defensa sólida y una ofensiva que encontró en Armando “Hormiga” González a su gran pieza, uno de los campeones de goleo del torneo.

Pero la clave no fue individual: el equipo dejó de rendirse, peleó cada balón, cada minuto, cada partido.

El Rebaño no llega etiquetado como “caballo negro”. Llega como algo más serio: un proyecto en ascenso, sostenido, coherente, que ya entendió la filosofía del entrenador.

Para eliminar a Chivas, los rivales necesitarán mucho más que talento. Necesitarán argumentos sólidos. Los rojiblancos ya demostraron que saben competir bajo presión.

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