Un 10 Puro
·15 October 2025
Güler: "Me explicaron que venía para la era posterior a Modric y Kroos"

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·15 October 2025
El desparpajo sigue intacto, pero ahora se mezcla con una calma impropia de sus 20 años. Arda Güler ya no es la promesa que ilusionaba en Estambul, sino un futbolista hecho y derecho que ha encontrado su sitio en el Real Madrid. En una entrevista concedida a L’Équipe, el turco deja claro que su crecimiento no es casualidad, sino fruto de la paciencia, el trabajo y una mentalidad madura que empieza a marcar diferencias también en la selección de Turquía.
“Si Xabi me pide ser portero, me compro unos guantes”, bromea el mediapunta, dejando ver el nivel de confianza y compromiso que ha alcanzado con el técnico español. Su frase resume un cambio profundo: de ser un diamante en bruto a convertirse en pieza esencial dentro del engranaje del nuevo Real Madrid.
Güler reconoce que su primer año en España fue una etapa de aprendizaje. “Juni Calafat me explicó el plan. Me dijo que el primer año sería difícil, que venía para la era posterior a Modric y Kroos”, reveló. Esa visión, ahora cumplida, ha dado paso a una versión más completa del jugador: físicamente más fuerte (“ha ganado ocho kilos de masa muscular”, según su entorno) y mentalmente más preparado para soportar la presión.
Esa presión, de hecho, ya no le asusta. “El ruido no es presión, ayuda a mejorar, es como si lo necesitara”, confiesa. Una declaración que refleja el punto exacto en el que se encuentra su carrera: el del futbolista que ha pasado de promesa a realidad.
Su adaptación no fue sencilla. Bajo Carlo Ancelotti, las lesiones y la competencia limitaron sus minutos. Pero aquel tiempo, admite, le sirvió para fortalecer su carácter. “Cuando no jugaba, fue duro, pero alimentó mi ambición”.
Ahora, con Xabi Alonso, todo fluye. El técnico tolosarra lo considera un jugador clave por su inteligencia y capacidad para interpretar el juego. “Sé que lo tuyo es instintivo, que eres un guerrero en el campo”, le dijo el entrenador en su primer encuentro. Y Güler le ha respondido con hechos: tres goles y cuatro asistencias en sus primeros diez partidos, números que lo confirman como una de las piezas más determinantes del nuevo proyecto blanco.
La sociedad con Kylian Mbappé es otro de los focos del nuevo Real Madrid. Güler y el francés parecen entenderse con solo mirarse. “A veces nos basta con una mirada”, admite el turco. Una relación futbolística que recuerda, inevitablemente, a la dupla Özil–Cristiano Ronaldo, aunque Arda la rebaja con madurez: “Los grandes triunfos siempre los consigue el equipo, no solo dos jugadores”.
Su impacto trasciende al club. Con la selección turca, Güler se ha convertido en referente indiscutible, tanto por su liderazgo como por su influencia en el juego. Ya no es solo el chico talentoso que ilusionaba a su país, sino el espejo en el que se miran miles de jóvenes futbolistas. “Quiero que los niños de mi país puedan decir: ‘Arda lo hizo, yo también puedo hacerlo’”, sentencia.
Arda Güler ha pasado de ser una promesa ilusionante a una realidad que inspira respeto dentro del vestuario blanco. Su compromiso, su disciplina y su capacidad para adaptarse a cada contexto lo han llevado a ganarse un lugar en el nuevo Real Madrid y en el corazón de los aficionados.
El turco ya no necesita presentaciones. Ni excusas. Solo campo, balón y confianza. Porque, como él mismo dice, “lo importante es no intentar ser alguien que no eres”. Y él, hoy más que nunca, es Arda Güler.