
La Galerna
·14 July 2025
Lamine Yamal y las chicas de imagen

In partnership with
Yahoo sportsLa Galerna
·14 July 2025
Buenos días, amigos. El portanálisis de ayer versaba sobre «Los ya-no-17 años de Lamine Yamal», y el de hoy no puede tratar de otro asunto que no sea el jugoso de las «chicas de imagen» contratadas para el cumpleaños del futbolista del Barça, el jugador más joven en alcanzar la mayoría de edad.
Se está perdiendo la buena costumbre de llamar a las cosas por su nombre. Tenemos un idioma rico capaz de proporcionar la palabra adecuada: más vulgar, más elegante, más incisiva, más diplomática. Sin embargo, cada vez se recurre más a lo inane, cuando no a lo cursi, por temor a no ofender a nadie o, lo más común, disfrazar la realidad cuando esta se empeña en arremeter contra los propios intereses.
Esto último es lo que le ocurre a la prensa, lisonjera con Lamine Yamal —con el Barça en general— hasta un punto tal que las meretrices, o como diría José Tojeiro: prespiputas, se convierten en «chicas de imagen». Cada vez es más complicado reprimir la náusea, manejar el alipori.
En el artículo de 20 minutos puede leerse que la modelo Claudia Calvo —invitada a la fiesta— afirma que «el equipo de Lamine trabaja en las invitaciones a “chicas de imagen” que deben cumplir una serie de requisitos, específicamente físicos como “la talla del pecho o el color del pelo”, en palabras de la modelo. Además, estas invitadas recibirían a cambio de su presencia unas tarjetas con cifras que oscilan entre los 10.000 y los 20.000 euros». Por ese precio es probable que se «enrollen que te cagas» y que el cumpleaños feliz tenga un final ídem.
No cuesta imaginar al encargado de escoger a las «chicas de imagen»: mirada a inglete hacia el catálogo, Ducados colgando del labio inferior (del labio de la boca del tipo), camisa blanca que ya no lo es del todo abotonada a diez atmósferas, expresión curtida por las aficiones, pasando las hojas tras lamerse el pulgar y esbozando una sonrisa de nicotina cuando observa una de su agrado.
¿Es la primera vez que un futbolista celebra una fiesta y contrata a damas de compañía, escorts, autónomas del cariño, asesoras nocturnas de acompañamiento integral (¿sin gluten?), proveedoras de afecto bajo demanda, meretrices? No. Pero nunca se había travestido la realidad de un modo tan ridículo para lavar la imagen del niño mimado que no podemos molestar porque no nos conviene. Llamarlas “chicas de imagen” supone un refinamiento en el eufemismo propio del enjuague que sistemáticamente practican los medios sobre todo lo relativo a Lamine y a su corrupto club.
Además de «chicas de imagen», Lamine contrató para su cumpleaños a personas con enanismo. Otra muestra del buen gusto del chico y de lo bien amueblada que tiene la cabeza este joven ejemplo para la juventud. La Asociación de Personas con Acondroplasia y Otras Discapacidades Esqueléticas con Enanismo ha anunciado que actuará por la vía legal y social.
La fiesta fue una oda al refinamiento, a la distinción, al sentido estético. Ved:
La instantánea de arriba es el resumen perfecto: Lamine vestido como un mafioso, una persona con enanismo al lado, junto a ellos, una tarta con cadenas de oro, fichas de casino, pistolas, balas y turulos de billetes como los que se usan para esnifar. Ejemplar, repetimos.
¿Imagináis a qué gélido rincón de la tundra siberiana habría sido enviado Vinícius si el de las «chicas de imagen» y las personas con enanismo hubiera sido él?
¿Y las portadas qué dicen de la fiesta?
¿Qué van a decir? Imagen onírica de unos saludables Olmo y Lamine. «Buen ambiente en el reencuentro de la plantilla azulgrana, que completará hoy su primer entrenamiento». Propaganda del régimen y nada más.
Antes de mostraros el frontispicio de Sport, colocaos unas lentes polarizadas o directamente apartad la vista. La estridencia visual puede quebrar vuestras córneas.
En As tampoco vamos a leer nada de las «chicas de imagen» de Lamine Yamal. El diario prisaico dedica merecidamente su primera plana al Chelsea, primer campeón del nuevo Mundial de Clubes.
En La Galerna nos alegramos de cada revés que sufra el fútbol que representa el PSG. El modelo del Chelsea no es el que más nos gusta, pero no es un club-estado engrasado con petrodólares infinitos.
La final nos dejó también a un Luis Enrique fuera de sí, cholizado, que se fue a por João Pedro. Y a un Trump necesitado de casito que se empeñó en colarse en todas las fotos, al modo de Laporta.
Antes de la reflexión final, os dejamos la portada de Marca, que elige la final de Wimbledon para abrir. Habrá muchos más éxitos, Alcaraz, seguro.
Hace tiempo que una crisis es una «desaceleración económica» o incluso un «crecimiento negativo», que un despido masivo es una «reestructuración de plantilla», que una guerra es una «intervención humanitaria», que los asesinatos son una «neutralización de objetivos», que comprar la cúpula del CTA son «informes arbitrales», que las inscripciones ilegales se perpetran por decreto para «garantizar el derecho al trabajo y no perjudicar a la selección española», que las meretrices son «chicas de imagen» o «sobrinas que están como un tren contratadas en empresas públicas relacionadas con el transporte y la movilidad sostenible».
Y hace tiempo que a las trampas se las llama «FC Barcelona».
Que tengáis un día de chica de imagen madre.
Live