Leer la prensa deportiva perjudica seriamente la salud | OneFootball

Buenos días. A pesar de que sabemos desde tiempo ha que es así, no dejamos de sulfurarnos ante la cómplice dejación de funciones de la putrefacta prensa deportiva patria. En el portanálisis de ayer dimos buena cuenta de su cooperación en el caso Barça-Negreira, pero el enojo, en lugar de aplacarse, aumenta con el paso de las horas.

Simplemente es imposible que los diarios no se hayan hecho eco de las testificales de individuos como Javier Enríquez, Bartomeu, Sandro Rosell o Albert Soler, entre otros, es el caso de corrupción más grave de la historia del deporte. Hay dictaduras en las que había más libertad de prensa que ahora, aunque suene duro. Hoy, los insostenibles periódicos han de seguir al dedillo, genuflexiones mediante, las instrucciones de quien los mantienen económicamente.

Al igual que las cajetillas de tabaco, la prensa deportiva debería llevar un aviso en forma de necrológica que rezase: «Leer este diario perjudica seriamente la salud».

La influencia que ejercen en el rebaño acrítico que conforma el grueso de la sociedad y su capacidad para moldear cerebros infantiloides hasta el punto de que estas gentes nieguen la realidad y actúen como quieren, incluido en los comicios, es el motivo por el cual siguen existiendo los endeudadísimos gigantes mediáticos. ¿Por qué cobran sueldos desorbitados comunicadores de empresas quebradas? Porque son capaces de difundir a la perfección el mensaje que sus amos necesitan para seguir enriqueciéndose. No hay más. Es todo una farsa absoluta.

En La Galerna no vamos a dejar de incordiar ni de seguir señalando aquello que atenta no solo ya contra el sentido común, sino contra la ley, que intenta ser un mandato escrito que pretende domesticar el caos humano y convencer al ciudadano de que comportarse mal no compensa, y sin embargo es un traje a medida que se tejen quienes están en el poder para perpetuarse en él. Y si hay que prescribir o amnistiar, se prescribe o se amnistía lo que haga falta. Porque hay muchas personas que si no se agarran a su puesto con uñas y dientes, haciendo para ello lo que sea, no podrían ganar sueldos tan altos. Ved por ejemplo la cara de este tipo:

Se aprecia que, al menos, debe de tener un CI a la altura de Einstein y es habitual colocarlo en el VAR cuando juega el Real Madrid para manipularlo al antojo de sus jefes. Ahora se le conoce como Daniel Jesús Trujillo, antes, como Trujillo Suárez.

Para el campo han elegido a Juan Martínez, que no es el fontanero de la comunidad de vecinos, sino Martínez Munuera, colegiado que, entre otros logros, robó una liga al Madrid en aquel partido contra el Sevilla en el que transformó un penalti a Benzema a favor en uno en contra por un balón que le dio a Militao en el brazo cuando se encontraba sin mirar, de espaldas y no suponía peligro alguno.

Además, gozan de la tranquilidad de saber que si yerran, perdón, que si prevarican no van a tener consecuencias. El otro día reconocieron que la expulsión a Huijsen no fue justa y sin embargo le mantienen la sanción. Imagínense que un reo en el corredor de la muerte presenta una alegación que demuestra, mediante prueba de ADN, que él no fue el asesino, el juez concluye que tiene razón, que no lo fue, pero que no le libera, porque si no se puede crear un precedente.

Esta excusa absurda fue la que utilizó un tan Julio Pulido, cuyo rostro efectivamente lo está, pues hay que tenerlo de mármol para eyectar la sandez que evacuó en El Larguero.

La historia de esta farsa llamada fútbol está llena de casos en los que se han retirado tarjetas injustas, pero Pulido nos toma por imbéciles. Y probablemente con razón.

Por lo demás, ya sabéis, a las 16:15, Real Madrid-RCD Espanyol en el Santiago Bernabéu. Todo lo que tenéis que saber de nuestro rival lo tenéis al alcance de la vista en esta magnífica previa de Alberto Cosín.

Como leer la prensa deportiva perjudica seriamente la salud, no vamos a comentar un pimiento de ella.

Pasad un buen día, si podéis.