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·6 January 2025
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·6 January 2025
Detroit pasó por una muy mala fase pero Minnesota no la aprovechó y los Lions terminaron resurgiendo de sus cenizas. Los Vikings viajarán al Sofi Stadium para enfrentarse a los Rams en el MNF.
Como explicamos en la previa, este era el partido con más victorias combinadas de la historia, también la primera vez en muchos años que el seed 1 se jugaba a una carta. Los Vikings, como perdedores del encuentro, son el mejor equipo de la historia que no ha ganado su división. Ahora, por el formato están quintos.
Detroit comenzó con un touchback teniendo la primera posesión del partido. Los Lions empezaban buscándole las cosquillas a la defensa morada -hoy blanca- con el juego terrestre. Su rival hacía algo similar pero al fin y al cabo, los dos terminaron despejando la primera.
Los locales iban como un avión en la siguiente, con Goff aguantando muy bien la presión de la defensa y del tiempo. El premio llegó con un espectacular carrerón de Gibbs, motor del ataque lion, para poner el 7-0. La primera acción de los Vikings después fue un sack de uno de sus ex, Zadarius Smith, que les dejó en 2&27. Se quedaron atados de pies y manos justo antes de terminar el primer parcial.
Jahmyr Gibbs entrando para TD.
Tackle, tackle y sack. La defensa de Minnesota respondió antes de que a su ataque le diera tiempo a hacerlo. No lo hizo a pesar de que empezaron desde la 50 pero terminaron jugándose un cuarto down que no salió después de apostar en todas por el pase. Esto iba a ser una constante. A Detroit no le pitaron al principio de su posesión un discutible intentional grounding. Poco después, Goff perdía el balón y dejaba a los minnesotanos en primera y gol.
Una vez más, los Vikings apostaban por el pase ignorando el juego de carrera y se tenían que confirmar con un FG. Otra polémica llegaba cuando a los Lions no les daban un primer down que si parecía ser, y luego se quedaban sin la posesión al jugársela. O’Connell se dio cuenta y puso a su equipo a atacar por la terrestre. Para terminar, volvieron a fallar en la zona roja y tuvieron que lanzar gol de campo. Bates hizo lo propio a 48 yardas después de que los Vikings regalasen diez con un mal kick-off.
Cam Akers firmó la jugada del partido corriendo 58 yardas para dejar a los suyos en primera y gol. De todas formas, una vez más los Vikings se quedaban sin touchdown en la red zone. La defensa volvía a aparecer en el primer snap para interceptar un profundísimo pase de Goff desde su end zone. KOC iba a hacer una estampita como la de la vaquilla del Grand Prix con su defensa porque le estaba salvando el encuentro. Hasta aquí.
El ataque falló incluso antes, con Darnold tomando malas decisiones que les llevaron a tener que chutar para el 9-10. Después de esto los Lions se pusieron en serio y anotaron el 9-17 tras haberse visto en un 2&20. En vez de jugarse el 4&4, O’Connell decidió con buen criterio darle la patada a Reichard. El vikingo falló a 52 yardas y Detroit tenía la sentencia en la mano.
El equipo de Dan Campbell no se andó con chiquitas y Jahmyr Gibbs entró a la end zone como Pedro por su casa. La defensa se derrumbó y los vikingos ya estaban maniatados. No les quedó otra que despejar para darle a Detroit la posesión del 31-9, una vez más, con Gibbs llevando la voz cantante. El corredor se había convertido en el máximo anotador de la temporada regular y había hecho: 3TDs, 139 yardas y 23 acarreos.
El partido terminaba con unos funestos Vikings y con Darnold sufriendo a la OL rival, a parte de sus propios fallos por nervios. Solo la defensa mantuvo al equipo durante dos cuartos y medio hasta que también sucumbieron. Por último, hay que quitarse el sombrero con Glenn, que hizo un gran trabajo y seguramente empiece a sonar para más banquillos.