Opinión | "Alejandro y Alberto, dos hombres y un destino", por Rafa García | OneFootball

Cuando Andrés Palop levantaba la Copa del Rey en el Camp Nou dos niños, con apenas seis años, soñaban con emularlo. Hoy se han enfrentado en el estadio de La Pinilla.

Alberto Flores y Alejandro Palop, dos amigos de siempre que hoy han estado defendiendo las porterías de Sevilla Atlético y Teruel, respectivamente.

Te pones delante de la tele y ves el apellido "Palop" y puedes llegar a pensar que llegar ahí ha sido un camino de rosas, nada más lejos de la realidad. Al igual que el de Alberto, el camino ha estado plagado de sacrificios, de trabajo, de algún que otro sinsabor y, por supuesto, de satisfacción por ir subiendo escalones a base de mucho esfuerzo y disciplina, de saber que todo lo logrado ha sido regado día a día con el propio sudor en los entrenamientos.

Alberto y Alejandro, dos niños unidos en una pasión, unidos por un mismo mito, ya que si Alejandro es hijo de una leyenda del Sevilla FC (para mí el mejor portero de nuestra historia), Alberto es el niño que recibió la camiseta a modo de relevo en el último partido de Andrés con nuestra camiseta. Por estar unidos casi coinciden en la fecha de cumpleaños, ya que solo hay un día de diferencia.

Con toda una carrera por delante, con todo el trabajo por hacer, con todo el futuro en sus manos, y con todo el esfuerzo que queda por realizar para alcanzar el sueño, todo ello aderezado por esa pizca de suerte que hay que tener en todos los ámbitos de la vida, dejadme que me ilusione.

Ojalá un día los caminos que un día los separaron vuelvan a unirlos, ojalá un día los dos amigos defiendan el mismo escudo. Y por soñar que no quede: ojalá ese escudo que defiendan sea el del Sevilla FC.