Opinión| Los grandes claudican en el Benito Villamarín | OneFootball

Hansi Flick, Diego Simeone y, en la última semana, Carlo Ancelotti han perdido los tres puntos en el Benito Villamarín. Una vitola de “matagigantes” que, de haberse trasladado a los equipos de la zona baja de la tabla, estaríamos hablando de una temporada histórica.

Porque el Villamarín es un fortín inexpugnable, un dolor de cabeza para los Mbappé, Griezmann o Lamine, un escenario donde aquellos que acostumbran a ganar, fracasan en su intento. Y es que el Betis se crece ante rivales de entidad y consigue equiparar su nivel de juego e incluso superarlo.

Primero secó al Atlético de Madrid, que solo pudo disfrutar de una ocasión clara en el partido, partido en el que los locales tuvieron hasta 24 remates para hacer la ventaja aún mayor. Simeone desesperaba en la banda al ver como su racha de imbatibilidad en Liga se desvanecía.

Luego llegó el Barcelona que, con su pegada indiscutible llegó a ponerse por delante hasta en dos ocasiones, pero no ganó. El Real Betis consiguió el empate en los últimos minutos con un gol de Assane Diao que hacía justicia en un partido donde los verdiblancos merecieron ganar por lo dispuesto sobre el césped.

Y, el sábado, fue el Real Madrid, equipo que llegaba de arrasar con el Manchester City en la Champions League. Y el Villamarín se volvió a vestir de gala, no con vestidos de lujo ni trajes de chaqueta, sino con armaduras y cuchillos que se disparaban desde la garganta.

Y los blancos se adelantaron pronto, pero era el Benito Villamarín, y ahí nunca está el pescado vendido. El Real Betis empezó a acosar la portería capitalina, llevado en volandas por su afición, hasta encontrar el gol del empate.

Y ahí ya se olía una posible remontada, con un Jhonny Cardoso y un Sergi Altimira monopolizando el centro del campo, desplegando un fútbol de cátedra, el Betis se situaba muy por encima del Madrid en el partido.

Los blancos buscaban velocidad, pero no era el día, y es que en las demarcaciones donde tanto había sufrido el Betis este año, Youssuf Sabaly y Ricardo Rodríguez estaban completando el mejor partido de la temporada, un partido sin mácula.

Así, amenazados por Jesús Rodríguez y Antony, bajo la dirección del mago de Arroyo de la Miel y mejor futbolista de toda la historia vestido de verdiblanco, el Real Madrid reculaba hasta contemplar cómo se le escapaba el partido con el gol de Isco.

Éxtasis en una grada resiliente, que desafió al temporal de Sevilla, para volver a cantar con el alma al final del partido el himno del Real Betis. Y, es que, para unos pocos y otros muchos, visitar el Benito Villamarín será una ingrata e indeseada pesadilla.