Palmeiras elimina a River | OneFootball

En lo que parecía que por rendimiento, iba a ser algo facil para Palmeiras jugar en su casa con ventaja, fue todo lo contrario. Hacía mucho no se veía un River como el del primer tiempo. El famoso River de Gallardo que por momentos aparece pero ultimamente se está quedando corto.

En siete minutos, River le igualó la serie al verdao tras un golazo de Salas. Fue todo del millonario. Kevin Castaño se perdió un gol insólito mano a mano, que le daba un 2-0 en 30 minutos a un River que había abrumado a Palmeiras dentro y fuera de la cancha. Le tapó el medio, no lo dejó crear, y la defensa millonaria tuvo un gran primer tiempo. En la tribuna se escuchaban más los argentinos, y de los locales un murmullo de nerviosismo porque parecía que River podía lograr la épica. Al descanso se fue ganando el millonario por 1-0.

En el complemento no cesó. River aminoró un poco la marcha, y Palmeiras golpeó en el momento justo. Cinco minutos del segundo tiempo para que tras un córner perdido, Vitor Roque de segunda jugada marque el empate que revivió a la afición y al equipo paulista.

River tuvo las suyas, una jugada del joven Lencina que pasa cerca del travesaño, un atrevimiento individual de Salas que se va por arriba, y una tapada fenomenal de Weverton a Borja le negaban el gol al millonario.

Quién condicionó el partido fue el árbitro uruguayo Matonte. Empezó a guardarse tarjetas, comerse faltas, hasta expulsó a un jugador por doble amarilla y se redimió ya que el mismo no estaba amonestado. Una vergüenza de arbitraje de Matonte que coronó con la jugada que deja afuera a River.

River estaba en partido, cuando el colegiado cobra una mano inexistente en campo de Palmeiras, de allí el juego se para por un jugador tirado en el piso pero el verdao mueve rápido. Según cuentan quienes estaban en el campo, no se escuchó el pitido del referí. El atacante del verdao se fue mano a mano ya que River se había desentendido de la jugada, y Marcos Acuña le cruza el cuerpo válidamente, sin contacto abajo y con un mínimo contacto arriba, por lo que Matonte cobra penal y expulsión para el lateral millonario. José Manuel López fue el encargado de dar vuelta el partido, y no solo eso. River quedó aturdido, sacó, la perdió y otra vez el flaco López, de larga distancia con un rebote de por medio, clavó el 3-1 definitorio para el pase de Palmeiras a semis.

River se vuelve con las manos vacías, dejando en banda nuevamente a la gente que viajó. Hay mucho reproche del hincha porque no se ve un funcionamiento claro. En números, fue la quinta derrota del año. Pero River no convence. Le queda el campeonato y la copa Argentina, para salvar el año.