Parce, el nivel de Tesillo merece un capítulo aparte | OneFootball

¡Parceee, qué muralla la de anoche! Si hay alguien que se ganó los aplausos del Atanasio a punta de huevos, jerarquía y elegancia fue William Tesillo. El man no solo jugó, mandó. Fue el patrón de la defensa verdolaga en esa victoria sabrosa contra el Inter de Porto Alegre. En cada jugada estaba él, como una sombra que no dejaba pasar ni el viento.

Tesillo no vino a Nacional a pasear ni a tomarse foticos, ¡vino a mandar! Y lo demostró. El que intentó entrar por su zona, parce, terminó frustrado, mordiéndose la camiseta. El man fue el que más despejes hizo, el que más duelos ganó, y como si fuera poco, se apoderó del aire. ¡Ganó TODOS los duelos aéreos! ¿Quién hace eso en un partido de copa? Tesillo, mi llave, Tesillo.

En un partido donde cada centímetro se luchaba como final, el barranquillero sacó la casta. Tenía fuego en los ojos y hielo en la sangre. No se desesperó nunca, leyó cada movimiento del rival como si tuviera el guion. ¡Hasta parecía que sabía lo que iba a pasar antes de que pasara! Una vaina de locos.

¿Ustedes vieron ese cierre que se tiró al minuto 67? ¡Papá, eso vale oro! Tesillo cruzó media cancha con una lectura brutal, se anticipó, metió el cuerpo y dejó al brasilero viendo sombras. No solo salvó el arco, salvó el alma de todo el estadio. El Atanasio se quería caer a gritos.

Y lo mejor de todo es que no fue solo físico, fue mental. Un líder silencioso, sin necesidad de gritar. Su presencia imponía respeto. Los de Inter sabían que por ahí no era, pero igual lo intentaban… y ¡pum! choque con Tesillo. Pared, bloqueo, despeje, y a recomponer.

Por eso, este capítulo es tuyo, William. Te lo ganaste con sudor, con clase, con ese corazón verde que ya se te nota en la mirada. Nacional encontró en vos ese tipo de jugador que todo equipo necesita: el que en los momentos bravos no se esconde, sino que se agranda. Y vos, parcero, te agrandaste.

En una noche mágica en el Atanasio, donde la tribuna explotaba de alegría y el verde brillaba como nunca, vos fuiste el faro. ¡Gracias Tesillo, por meterla toda! Con actuaciones así, vamos armando la muralla rumbo a lo grande. ¡Esto apenas empieza, y ya nos estás dando lecciones de lo que significa defender esta camiseta como un verdadero campeón!