Podría ser el último partido de Marino con Atlético Nacional | OneFootball

Este jueves en Manizales no solo se juega un partido de cuadrangulares, se juega una historia que podría cerrarse. Atlético Nacional visita a Once Caldas en el Palogrande y aunque ya no hay chances de meterse a la final, sí hay razones para ver este partido con el alma encendida y el corazón en la mano. Una de ellas se llama Marino Hinestroza.

Sí, parceros, Marino estará en la cancha y no solo para cumplir. Va con la verde puesta, con el mismo ímpetu con el que llegó, y quizás con una emoción distinta, porque podría ser su última vez defendiendo nuestros colores. El fútbol es así: cambiante, impredecible… y cuando menos se piensa, los caminos se separan.

Desde hace semanas, equipos grandes de Brasil han venido coqueteando fuerte con Marino. Que Flamengo, que Palmeiras, que Gremio… todos lo quieren. Y cómo no, si el pelao ha demostrado talento, garra y esa clase que enamora. Lo han visto brillar y ahora quieren llevárselo. Y mientras nosotros lo vimos crecer, ahora el mundo lo quiere ver volar.

Por eso este jueves no es cualquier jueves. Es uno para mirar con nostalgia, con agradecimiento y con un nudo en la garganta. Porque puede que sea la última vez que veamos a Marino dejarlo todo por estos colores desde adentro del campo. Y si se va, que sepa que aquí siempre será bien recordado, como uno de los nuestros.

En medio de la tristeza que deja una eliminación, también hay espacio para el reconocimiento. Marino ha sido luz en medio de las sombras, motor en los partidos duros, alegría en la banda izquierda y entrega en cada pelota dividida. Un parcero que nos representó dignamente.

Así que el Palogrande no solo verá un partido de fútbol. Será testigo de un posible adiós. Un adiós que no se grita, sino que se siente. Que se lleva en silencio, con aplausos, con ese orgullo que solo sentimos por los nuestros cuando los vemos crecer y brillar.

Marino, parcero, si esta es la última, que sea con la frente en alto y el alma verdolaga en el pecho. Gracias por lo que diste, por lo que fuiste, por lo que significaste. Y si el destino te lleva a tierras brasileras, que sepan que allá va un jugador con el corazón pintado de verde.