Por los pelos | OneFootball

El Atleti necesitaba desesperadamente los puntos y el Royale Union Saint-Gilloise, un rival desconocido para el gran público, resurgido de las catacumbas de la liga belga, parecía la pareja de baile más adecuada. Hubo incluso quien, antes de arrancar a correr la pelota, fantaseaba con el número de goles por el que habría que ganar, para ir compensando el gol-average. Ya saben que esas cosas suelen ser un mal augurio en el fútbol, y se vio a los cinco minutos de empezar el partido.

Tal vez porque también el equipo se había relajado con esa supuesta superioridad, lo cierto es que los papeles se invirtieron, el conjunto belga dominaba el juego, replegaba bien, atacaba, el Atleti estaba desconcertado, le costó entrar en el partido, muy desconectado Baena, solo Barrios, que volvió milagrosamente al once, parecía poner la intensidad que requería la situación. Pero fue Simeone, el hijo, el que en una arrancada estratosférica sirvió el uno a cero a Julián. La parroquia respiró, pero ya nadie pensaba en lo que no tenía que pensar.

MADRID, SPAIN – NOVEMBER 04: Anan Khalaili of R. Union Saint-Gilloise and Julian Alvarez of Atletico de Madrid run towards the ball during the UEFA Champions League 2025/26 League Phase MD4 match between Atletico de Madrid and R. Union Saint-Gilloise at Estadio Metropolitano on November 04, 2025 in Madrid, Spain. (Photo by Denis Doyle/Getty Images)

En la segunda mitad, los cambios funcionaron, salió Griezmann, Koke, entraron Gallagher, Sorloth e hicieron lo que se esperaba de ellos. Gallagher incluso hizo el dos a cero, el gol que parecía traer la calma, pero fue un efímero espejismo. El Unión acortó distancias en una pelota parada y los últimos minutos fueron un manicomio, con los nervios desparramados entre el césped y la grada. Los belgas subieron a sus torres y empezaron a serviles pelotazos y ya en el tiempo de prolongación el corazón del Metropolitano se detuvo ante un cabezazo a bocajarro que hubiera sido el empate de no haber estado fallón el espigado jugador de St. Gilloise. Sobre la hora, Llorente culminó una buena jugada de Sorloth y dejó un marcador final más amplio que lo que realmente fue, una victoria por los pelos.