
La Galerna
·25 September 2025
¿Qué hace una araña como tú en un sitio como ese?

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·25 September 2025
Hola a todos. Con tres goles, Julián Álvarez propició anoche una remontada del Atlético de Madrid que, en los cánones de heroicidad que se estilan en Canillejas, fue seguramente épica. El rival no era el Bayern de Múnich ni el Manchester City, pero oye, era el Rayo Vallecano, que para los cánones antes referidos vale igual, o seguramente más, por cuanto es una remontada más castiza.
Para que esta remontada pudiera tener lugar, fue preciso que tanto el mítico Hdez Hdez como su compañero del VAR se inhibieran (o inhibiesen) en un agarrón de Koke sobre el cuello del portero rayista que le habría valido unas siete expulsiones a Carvajal, así como en un puñetazo de Marcos Llorente sobre el estómago de un rival de la barriada. También hubo falta previa a Isi Palazón en el segundo gol de Álvarez. Se nos antoja esta una liga peligrosamente preparada para que el equipo del pueblo quede cuarto, que es su objetivo como de manera explícita están diciendo tanto Simeone como los oficiosos portavoces mediáticos del club, todo ello a pesar de haber rondado los 400 millones de euros de inversión en fichajes en los últimos dos veranos.
Si el Real Madrid invierte 400 millones, y luego aclara que eran para quedar cuarto, Florentino Pérez debe exiliarse en las Islas Pitcairn y permanecer confinado en una gruta de su exuberante litoral hasta nueva orden.
El caso es que ayer les salvó el jugador apodado Araña, tremendo delantero acerca de quien mucha gente empieza a preguntarse qué hace un tipo como tú en un sitio como ese, o bien una araña como tú, que encaja mejor en la métrica de la legendaria canción de Burning.
Al final del partido, y para celebrar la histórica victoria, las huestes cholistas se fundieron con el versallesco Frente Atlético en el cántico “Madridista el que no bote”. Digan ustedes que sí. ¿Para qué pedir más? El Atlético de Madrid es una institución cuyo listón de exigencia coincide al milímetro con el listón de su aborrecimiento a lo blanco. Si odias lo suficiente al Madrid, ya no hace falta que marques goles ni que ganes más partidos de los estrictamente necesarios para quedar cuartos, aunque gastes millonadas escandalosas en fichajes y tu entrenador sea el mejor pagado del orbe. Simeone cobra lo que cobra porque se levanta de las reuniones con la UEFA muy airadamente, protestando un acierto de los árbitros de Ceferin, y porque quiso pegar a Varane y a un aficionado del Liverpool, y porque se aferra a su genitalia mirando a la grada como nadie. El Atleti es una cantidad ingente de dinero disfrazada de calderilla y puesta al servicio de una narrativa falsamente épica que se basta y se sobra en tanto en cuanto sus componentes detesten lo suficiente a la hidra, que es el Madrid. Bueno, eso y quedar cuartos, como ya se dijo, para dar pábulo al mismo esquema al año próximo sin perturbaciones financieras reseñables. No se nos ocurre cosa más sencilla que ser del Atleti.
Por eso el del sábado, que ya se aproxima a pasos agigantados, es el día más importante del año para las huestes cholistas, el círculo rojo en el calendario. Porque quedar cuartos con ese presupuesto y ese gasto en fichajes debería ser pan comido, y en la vida hace falta, al menos un par de veces por temporada, enfrentarse al objetivo glorioso de joder al de enfrente. No se puede vivir sin altos desafíos.
Los propietarios/dirigentes no pueden ser más felices con este patrón de conducta deportivo, mediático y sociológico. Nadie les puede cuentas de nada mientras cumplan con esos dos parámetros. Se apropiaron indebidamente del club, aunque el delito prescribió, y ahora planean vender una parte muy sustancial del mismo a un fondo de inversión. Precio de venta = 3000 millones de euros. Precio de compra = Cero euros. No hace falta ser un genio de la contabilidad para calcular la plusvalía. Como para ponerte a exigir al Cholo que gane títulos. Tampoco te los pide ningún periodista de los llamados afines, como no los reclama la afición mientras… Bueno, ya hemos dicho mientras qué. A la parte más ruidosa de esa afición les basta con lo ya expuesto para abstenerse de partir según qué piernas, y mientras sigan siendo amparados por el club esa parte de su afición representa la “oficialidad” de la misma.
Por eso es inevitable preguntarse no ya qué hace una gran estrella del fútbol mundial como Julián Àlvarez en ese lugar, sino cuánto durará en él. La respuesta no tiene fecha pero sí marco temporal: estará allí hasta que llegue una oferta del club cliente de Negreira un poco menor de lo mínimamente razonable. Porque traspasar a tu único verdadero crack el único equipo que puede hacer daño, a nivel nacional, a la mentada hidra es bien, siempre y cuando los que se queden sean capaces de seguir clasificando cuarto al equipo y ganando de vez en cuando al Madrid, o quizá solo baste con anunciar que te propones hacerlo de un modo suficientemente gutural y amenazante, con unas maneras que denoten la suficiente saña.
Os dejamos con la prensa cataculé. Pasad un buen día.
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