Vinicius, el favorito de Florentino, tensa la cuerda en el Real Madrid | OneFootball

No se vayan a engañar. Vinicius Junior hace lo que hace porque sabe que tiene un as en la manga. No solo es que en la mano tenga cuatro ases (que es muy bueno, que la afición madridista le tiene como uno de sus ojitos derechos, que la Prensa ve en él un filón y que tiene tras de si una maquinaria de marketing que ya la quisiera Pedro Sánchez), sino que extraviado en un bolsillo tiene un comodín que hace que la partida está decidida. O eso cree.

Ese comodín tiene un nombre: Florentino Pérez. Vinicius es, sí, el jugador favorito del presidente del club. Por delante de Mbappé, aunque el francés esté demostrando con hechos que es el mascarón de proa de este proyecto. El presidente madridista siente devoción hacia Vinicius, tanta que ha sometido varias veces al club, a todo un Real Madrid, a satisfacer al brasileño más polémico.

No solo por, para complacer a Vini, bajar al Real Madrid del avión que les llevaba a la gala del Balón de Oro, y donde varios de los integrantes de la entidad iban a ser también galardonados. El club ha tragado con cada una de las meteduras de pata del brasileño, y si nos ponemos a enumerarlas no tendríamos espacio. Florentino es viniciuista, o como se diga, y los hechos están ahí.

Como Vini se sabe poderoso, tensa la cuerda. La ha tensado muchas veces en el pasado, con algunos comportamientos y desplantes que chocan frontalmente con el ADN del Real Madrid. Y su club (es decir, el presidente) siempre ha tragado. Que el brasileño y Xabi Alonso no se soportan es un hecho constado y constatable. Y como con Alonso, vasco recio, no hay feeling, trata de levantar ya las cartas y demostrar que es quien orina más lejos.

Lo volvió a demostrar ante el Valencia, lanzando un penalti que no le tocaba, quitándole un posible gol a quien va a luchar por la próxima Bota de Oro y deseoso de escuchar cómo el Santiago Bernabéu le aclamaba, una vez más. Pero ni el Bernabéu le aclamó, ni él marcó el penalti, ni su maquinaria mediática es capaz de tapar que Vini y Mbappé mantienen una relación un par de grados por debajo de fría.

Eso lo ve Florentino. El presidente blanco estaba algo irritado con Vini por su espantá en la renovación. Porque si Vini no renueva es porque ha incumplido lo pactado y exigido más, algo que irrita a Florentino, acostumbrado a moverse en un mundo, el de los negocios, donde lo que se pacta verbalmente va a Misa. Falta de palabra, polémicas continuas, desplantes al entrenador, el socio que empieza a escuchar el chirrido de las bisagras del brasileño… Vini está tensando tanto la cuerda que lo mismo se rompe. Y si no se rompe, que pregunte a Hierro, Raúl, Zidane, Cristiano o Modric si Florentino, cuando se cansa, no es capaz de soltarla y dejar caer a quien sea… Avisado está.