Top Siete
·1 de septiembre de 2024
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·1 de septiembre de 2024
El Girona coge de nuevo velocidad de crucero y gana sin necesidad de alardes, como lo que ya casi se puede considerar en esta Liga después de su magnífica temporada pasada: un grande. Por juego no fue el mejor partido del equipo de Míchel, capaz de llevarse los tres puntos con paciencia y practicidad impecable ante ese Sevilla desastroso y desastrado que, por tercera temporada consecutiva, se mete en el fondo de la tabla desde el comienzo y huele de nuevo a Segunda.
Este Sevilla se parece cada vez más a aquel club incapaz de dar alegrías de verdad a su afición. Un equipo que de tanto jugar con fuego acabó quemándose con la tragedia. El Sevilla del ‘otro año igual’, que muchos hinchas, en realidad, firmarían ahora mismo. Porque de aquellas épocas oscuras quedan también los dos últimos segundazos, ambos seguidos y a finales del siglo pasado.
Y eso que García Pimienta ha construido un equipo vistoso que empieza y acaba en lo vistoso. Valentín Barco, el lateral pelirrojo de zurdita talentosa que debutaba en la izquierda, lo representa mejor que nadie con buen toque, animosidad, llegadas arriba y cero maldad. Delante y detrás. Acababa la primera mitad ya, coleccionando el Sevilla varias llegadas de más o menos claridad al área ante un Girona expectante cuando Bryan Gil cogió ventaja en la izquierda y su centro al corazón del área lo embocaba Iván Martín a placer, libre de marca para anotar el primer tanto gironí. «Colo» Barco, que debía vigilarle, andaba mirando la jugada.
Pudo matar el partido Abel Ruiz en el inicio de la segunda parte, cuando el Sevilla ya era un manojo de nervios y no le salía nada, sobre todo arriba. Lukebakio hacía la guerra por su cuenta, y a Isaac Romero se le ha borrado ese aura con la que brilló cuando apareció por la elite, en enero de este mismo año. El lebrijano redondeó una muy mala tarde con un penalti por manos que Sánchez Martínez podría haber pitado o no, pero que señaló para que Abel Ruiz, que lleva dos goles en dos encuentros, matara el partido desde los 11 metros para anotar el segundo gol definitivo para los visitantes, para darles los tres puntos al conjunto rojiblanco, a eso al menos aspira este gran Girona. Y con ello, a estas alturas, sueñan mientras los sevillistas.
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