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·27 de noviembre de 2025
Academia Mohammed VI, la lujosa fábrica del brillante fútbol marroquí

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·27 de noviembre de 2025

Cada año, Tarik El Khazri recorre miles de kilómetros a través de Marruecos para detectar talentos que son reclutados para la prestigiosa Academia Mohammed VI de Fútbol (AMF), que nutre a los equipos nacionales del país convertido en la referencia futbolística africana y coorganizador del Mundial 2030.
Los Leones del Atlas hicieron historia alcanzando las semifinales del Mundial de Catar 2022 y en octubre lograron su primer Mundial Sub-20 batiendo a Argentina en la final disputada en Santiago de Chile.
En el centro de su proyecto, la joya de la corona: la Academia Mohammed VI.
"Cuando el joven ingresa en la academia, está completamente atendido: alimentación, alojamiento, educación, atención médica", explica a la AFP Khazri, responsable del reclutamiento de la AMF, un inmenso complejo deportivo-educativo ubicado en Salé, ciudad colindante con Rabat.
- El 90% proceden de familias pobres -
Aproximadamente "el 90%" de los niños provienen de "familias pobres", subraya, precisando que es el rey Mohammed VI "en persona quien aporta dinero de sus propios fondos" para financiar la academia.
Con más de 17 hectáreas, la AMF cuenta con una decena de campos, vestuarios, aulas, salas de musculación, salas de juegos equipadas con consolas, futbolines y mesas de billar, además de múltiples dormitorios, un amplio comedor, un centro médico de tres pisos, una piscina y una mezquita.
Este año, la Academia, inaugurada en 2010, acoge a 121 jóvenes marroquíes —únicamente varones— entre 12 y 18 años, provenientes de todo el país así como del territorio desértico del Sáhara Occidental, controlado en gran parte por el reino alauí, pero considerado como un territorio no autónomo por las Naciones Unidas.
"Tenemos células de reclutamiento" implantadas localmente que "descubren a los mejores jugadores" desde los seis o siete años y luego los "desarrollan" en el plano atlético durante varios años, explica Tarik El Khazri, de 42 años.
- Titulares en Europa -
En un campo exterior, jugadores de 17-18 años calientan en un toro, el juego en el que dos de ellos, colocados en el centro de un círculo, intentan recuperar el balón que sus compañeros hacen circular.
Laurent Cauger, entrenador francés de 56 años y en la academia desde hace siete, señala que ha visto "situaciones familiares muy difíciles" con jóvenes provenientes de los estratos más bajos de la sociedad, por lo que cuando un jugador "logra ganar bien su vida gracias al fútbol salva a una familia".
Sin embargo, reconoce períodos de dudas atravesados por algunos jóvenes, de los cuales ninguno pudo ser entrevistado directamente por la AFP debido a la falta de autorización.
Este fue el caso de Yassir Zabiri, hoy internacional sub-20 y miembro del equipo vencedor en octubre de la Copa del Mundo de esa categoría, el primer trofeo mundial ganado por una selección marroquí.
Antes de cumplir los 15 años, fue ascendido con los menores de 17 años pero "no jugaba a menudo" porque era más joven que sus compañeros. Tenía miedo de no ser retenido en la academia, relata Cauger.
Según El Khazri, la academia cuenta con 26 jugadores que se han convertido en titulares en la primera división marroquí, unos treinta que juegan en Europa y al menos cinco seleccionables para el Mundial 2026 en América del Norte.
Pero antes, Marruecos acogerá en diciembre y enero la Copa África de Naciones.

- "Una vida mejor" -
El francés Hervé Renard, seleccionador de Marruecos entre 2016 y 2019, se congratula ante la AFP de haber "tenido la suerte de cosechar los primeros frutos" de la AMF.
En particular, al hacer debutar a los 19 años al delantero Youssef En-Nesyri, ahora de 28 años y actualmente en Fenerbahçe (Turquía), "uno de los grandes artífices" del histórico recorrido de Marruecos hasta las semifinales del Mundial 2022 en Catar.
Para los jóvenes de la academia, el día comienza a las 07H00, con clases desde las 08H15, antes del entrenamiento matutino.
Después del almuerzo, regresan a clase y luego continúan con una segunda sesión deportiva hasta el final de la tarde. A continuación, una hora de estudio y luego la cena.
En clase, siguen el programa nacional, vestidos con el mismo uniforme con el logotipo de la AMF.
El director del área, Abderrazak El Rhomari, de 78 años, admite que la coordinación puede ser complicada "cuando se van a competiciones" en Marruecos o en el extranjero, pero asegura que en diez años, siempre han "obtenido el 100% de éxito en el bachillerato".
Es esencial, dice, porque "el fútbol es arriesgado": "De un día para otro, se puede tener un accidente y quedar sin fútbol. En ese caso, al menos tienen un diploma que puede asegurarles una vida mejor".
AFP.









































