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·27 de noviembre de 2025

Aficionados del Liverpool piden echar hoy a Slot tras derrota “embarazosa” ante el PSV

Imagen del artículo:Aficionados del Liverpool piden echar hoy a Slot tras derrota “embarazosa” ante el PSV

El reinado de Slot en el Liverpool llega a su punto de ruptura tras el derrumbe ante el PSV

La derrota del Liverpool por 4-1 ante el PSV en Anfield hizo más que prolongar una racha miserable: agudizó el foco sobre un entrenador que admite abiertamente estar “confundido”, un equipo visiblemente vacío de confianza y un club ahora obligado a afrontar preguntas incómodas. No fue una noche de mala suerte ni de márgenes finos. Fue un momento decisivo que subrayó hasta qué punto ha caído el equipo de Arne Slot.

Era el PSV, no una potencia europea. Aun así, controlaron el partido con una claridad, estructura y propósito que el Liverpool no pudo igualar. Anfield ha visto épocas difíciles antes, pero pocas veces un colapso tan completo en estructura y espíritu.


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LIVERPOOL, INGLATERRA – 26 DE NOVIEMBRE: El entrenador del Liverpool, Arne Slot, observa durante el partido de la Fase de Liga MD5 de la UEFA Champions League 2025/26 entre el Liverpool FC y el PSV Eindhoven en Anfield el 26 de noviembre de 2025 en Liverpool, Inglaterra. Foto de Rene Nijhuis SPO PUBLICATIONxINxGERxSUIxAUTxONLY Copyright: xRenexNijhuis/MBxMediax

Slot bajo creciente escrutinio tras la derrota ante el PSV

Para muchos en el club, la encrucijada llegó incluso antes de que el PSV pisara Merseyside. La derrota en casa por 3-0 ante el Nottingham Forest —ocho derrotas en once en ese momento— ya había dejado a amplios sectores de la afición firmes en su creencia de que la posición de Slot era insostenible. El Forest, con su tercer entrenador de la temporada y languideciendo cerca del fondo, fue permitido ganar con una facilidad llamativa.

Los intentos de presentar aquel partido como uno con tramos positivos quedaron pronto al descubierto. El Liverpool no estuvo bien; estuvo marginalmente menos disfuncional que en salidas anteriores. El PSV simplemente expuso lo que ya se había convertido en una crisis profundamente arraigada.

Contra los campeones de los Países Bajos, el Liverpool volvió a producir una primera parte con breves momentos de ánimo: una definición serena de Dominik Szoboszlai tras un rebote, un puñado de jugadas prometedoras por la derecha y algunos destellos de Hugo Ekitike. Pero incluso cuando el Liverpool tuvo más el balón, el PSV se mostró más peligroso, más coherente y más seguro en todo lo que intentó.

Problemas estructurales dejan expuesto al Liverpool

Los problemas del Liverpool no son incidentes aislados sino fallas sistémicas. No se trata de una sola mano de Virgil van Dijk ni de un error de Ibrahima Konaté. Se trata de una estructura táctica que deja a los defensas desbordados y a los centrocampistas atrapados entre roles.

Con demasiada frecuencia el Liverpool se asemeja a una configuración 2-8: dos centrales aislados mientras el resto del equipo se adelanta de forma desarticulada. Las líneas de pase quedan abiertas, las transiciones son caóticas y las distancias entre unidades son tremendamente inconsistentes. Incluso defensas de élite sufrirían en tales circunstancias; a Van Dijk y Konaté se les pide apagar incendios semanales.

Las decisiones de Slot durante los partidos también han generado escrutinio. Ciertos cambios —como retirar a un central por un centrocampista extra— se han repetido independientemente de la situación o el rival. Jugadores con bajo rendimiento siguen siendo titulares, mientras que otros capaces de estabilizar al equipo, como Wataru Endo o Joe Gomez, son demasiado a menudo pasados por alto.

Estadísticamente, la situación es contundente. En los últimos tres encuentros, el Liverpool ha creado más goles esperados que sus rivales, pero solo ha marcado una vez y ha encajado diez. La falta de acierto en ataque y los despistes en defensa contribuyen, pero los patrones se repiten con demasiada frecuencia como para atribuirlos a la mala suerte. Esto se está convirtiendo en identidad, no en anomalía.

Crisis de creencia y lenguaje corporal

Quizá lo más llamativo de la derrota ante el PSV fue la resignación colectiva en el juego del Liverpool. En los años más fuertes de la era moderna, los errores eran meros contratiempos. Ahora se sienten definitivos. Los hombros caen, la urgencia se evapora e incluso figuras veteranas parecen inusualmente alteradas.

La mano temprana de Van Dijk, los controles fallidos de Salah en momentos clave, el juicio erróneo de Konaté en el tercero del PSV: cada incidente pareció parte de un desmoronamiento mental más amplio. Solo unos pocos destacaron por esfuerzo: la carrera incansable de Szoboszlai, los intentos de Alexis Mac Allister por restaurar el orden y uno o dos suplentes que al menos aportaron energía. Pero fueron raros destellos en una actuación en gran medida desprovista de convicción.

El liderazgo interno del Liverpool reconocerá el peaje emocional, el cambio de estilo en curso y la rotación de jugadores clave. Sin embargo, la campaña debía ser de consolidación y progreso. En cambio, el Liverpool se encuentra a la deriva en mitad de tabla y sufriendo en Europa.

Decisiones por tomar a medida que crece la presión

La posición liguera del Liverpool y su situación en la Champions no pueden reconciliarse con sus recursos, sus expectativas ni su historia reciente. Las figuras senior del club no actúan por emociones a corto plazo sino por tendencias a largo plazo, y bajo Slot, esas tendencias apuntan hacia abajo.

Los planes de contingencia ya estarán en marcha. Existen candidatos interinos. Se han analizado sucesores a largo plazo. La pregunta persistente ya no es si Slot está bajo presión, sino si alguien puede argumentar razonablemente que esto es recuperable bajo su mandato.

Para el club, la elección es clara: respaldar a un entrenador cuyas ideas ya no se traducen, o actuar con decisión para proteger a una plantilla capaz de competir en la parte alta de la Premier League. Tras el contundente 4-1 del PSV en Anfield, muchos aficionados sintieron que la decisión se volvía inevitable.

Este artículo fue traducido al español por inteligencia artificial. Puedes leer la versión original en 🏴󠁧󠁢󠁥󠁮󠁧󠁿 en este enlace.

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