Al Albacete le salen los peores números | OneFootball

El fútbol es emoción, pero también números. Y los del Albacete Balompié en este arranque de temporada son tan fríos como demoledores. Tras las primeras jornadas de LaLiga Hypermotion, el conjunto manchego ha recibido 13 goles, cuando las métricas de goles esperados en contra (xGA) apenas proyectaban 7,69. Más de cinco tantos de diferencia, una losa que explica en gran parte el titubeante inicio de curso.

En otras palabras, el Alba está encajando mucho más de lo que el juego sugiere. No se trata únicamente de un problema de sistema defensivo, sino de detalles. Errores puntuales, desconexiones en momentos clave y quizás un punto de mala fortuna en las áreas.

Un dato que enciende todas las alarmas

Este diferencial negativo sitúa al Albacete como el equipo con peor relación entre goles esperados en contra y goles encajados de toda la categoría. Los rivales, en teoría, han generado ocasiones para 7-8 goles, pero han encontrado una autopista para marcar 13. En una liga tan igualada como la Segunda División, estas cifras son la diferencia entre mirar hacia la zona alta o verse atrapado en la pelea por la permanencia.

Jugadores como Mariño en portería o el central Jon García están en el punto de mira. No por falta de compromiso, sino porque las estadísticas reflejan que el equipo no está sabiendo minimizar el peligro rival. De hecho, el Albacete es uno de los equipos que más remates dentro del área concede, lo que aumenta la probabilidad de encajar.

Tiempo de reacción para el Albacete

La buena noticia es que hay margen para revertir la situación. Las métricas avanzadas suelen tender a equilibrarse con el paso de las jornadas. Pero para ello es vital que el equipo de Alberto González recupere solidez. Ajustar líneas, reducir espacios entre centrales y mediocentros y, sobre todo, recuperar confianza serán claves para cambiar la dinámica.

En el Carlos Belmonte saben que la afición nunca deja solo al equipo. Ahora, más que nunca, el Alba necesita cerrar la herida defensiva para que las estadísticas dejen de contar una historia de sufrimiento y vuelvan a hablar de un equipo competitivo. La temporada es larga, pero el reloj ya ha empezado a correr.