Offsider
·8 de julio de 2025
Alcaraz vuela hacia las semifinales

In partnership with
Yahoo sportsOffsider
·8 de julio de 2025
Exhibición total del murciano para apalizar (6-2/6-3/6-3) a Norrie y sellar su billete a la penúltima ronda de Wimbledon. Octava semifinal en Grand Slam para él. Solo Fritz le separa de una nueva final.
Carlos Alcaraz parece haber nacido para jugar sobre césped. El palmareño, bicampeón en Wimbledon y actual defensor del título, posee el catálogo completo para triunfar en la superficie más peculiar que existe. Tras unas primeras rondas titubeantes al servicio, el Prodigio de El Palmar ha recuperado la confianza en un golpe decisivo en hierba. A raíz de esa mejoría, todo lo demás ha ido fluyendo: derecha, revés, voleas y las ya ilustres dejadas. Buena fe de ello puede dar Cameron Norrie, que sucumbió ante el poderío ofensivo del cabeza de serie número 2. El viernes, presumiblemente en el primer turno de la Centre Court, Carlitos disputará ante Taylor Fritz su octava semifinal de Grand Slam, la tercera en el All England Club.
El Hat-trick de entorchados en Wimbledon está en el punto de mira de Alcaraz. En su segunda defensa de la corona, el español parece decidido a reescribir la historia. Su puesta a punto en el Major británico ha sido como la de las grandes leyendas de este deporte: de menos a más. Primera semana a medio gas para alcanzar su cenit tenístico en los días en los que se juega el turrón. Ante Norrie, zurdo y con experiencia en semifinales (2022) del tercer Grand Slam del curso, Charly ofreció la mejor de sus versiones. Hábil en la red (22/31), mortífero con el saque (13 aces y 89% de puntos ganados con el primer servicio), virtuoso con las dejadas y demoledor con la derecha. El pack completo.
Carlos Alcaraz resta uno de los servicios de Norrie | Imagen: Wimbledon.
Bajo el sol y sombra de la Centre Court, Norrie y Alcaraz saltaron a pista en busca de un lugar entre las cuatro mejores raquetas del torneo. El jugador local, apoyado por el público (al 50%), dispuso de un 0-40 nada más iniciarse la contienda. Sin embargo, Carlos salvó esas tres bolas de rotura para ganar en confianza y lanzarse con todo a por su oponente. Esos tres breaks points fueron un mero espejismo. Un oasis en medio del desierto. Ese fue el único momento de igualdad. Así lo decidió el propio tenista murciano, que puso la sexta marcha para pasar por encima de un Norrie desconcertado.
Lo ocurrido en el primer ser fue un calco de lo que sucedería en los dos siguientes. Nada podía hacer el bueno de Cameron para frenar el avance de un chico llamado a la grandeza. Esperó a que la tormenta amainase, pero esa tregua no llegó. Es más, el aguacero fue in crescendo. Con seriedad y sin sobresaltos, Alcaraz abrochó una nueva victoria. Ya son 19 triunfos consecutivos para él en La Catedral. Aviso a navegantes: Alcaraz está en Wimbledon para grandes cosas.