El Sevillista
·15 de septiembre de 2025
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El 5 de mayo de 1999, la ciudad de Sevilla recogía un evento histórico. Se estrenaba por primera vez el Estadio Olímpico en la Isla de la Cartuja. Su promotor, Alejandro Rojas-Marcos, ha comentado enel ABC cómo se gestó el proyecto y alguno de los incidentes que vivieron.
El para aquel entonces presidente de la capital andaluza confiesa que el estadio fue hecho para que jugaran allí los dos equipos de la ciudad; el Sevilla y el Betis. El propósito de Alejandro era liberar las tierras que ocupaban los respectivos estadio en una zona urbana.
El megaproyecto fue aprobado por todo el gobierno de la época: Felipe González, José María Aznar, Manuel Chaves, Miguel Ángel Pino y ambos clubes. No obstante, cuando Lopera llegó a la presidencia del club verdiblanco extorsionó a Rojas-Marcos para que el estadio fuera única y exclusivamente para el equipo de las trece barras.
La propuesta del expresidente bético fue rápidamente rechazada, pues lo que buscaba el exalcalde era una comunión entre la ciudad sevillana y un espacio que pudiera disfrutarlo toda la ciudad, Cuando Lopera, ingenuo de él, insistió con el pretexto de que el Sevilla iba a desaparecer, Alejandro insiste que entonces sería para el Betis, pero que también podría ser para un nuevo equipo que surgiera mañana. El expresidente del Estadio Olímpico tenía claro que era para la ciudad, para conciertos, para grandes eventos y para los clubes.
A Lopera no le sentó nada bien y comenzó a amenazar a uno de los fundadores del Partido Andalucista, tal y como lo explica el propio Alejandro: "Lopera me dijo: "Me vas a meter en un lío porque las criaturitas que salen de permiso los fines de semana saben dónde vive tu familia… y es que va a ocurrir un disparate"". Acto seguido, Rojas-Marcos colgó el teléfono.