Alexia Putellas se convierte en un problema, confirmado, Aitana Bonmatí es consciente | OneFootball

Cuando hablamos de Alexia Putellas y Aitana Bonmatí, todo el mundo sabe de quién estamos hablando, son sinónimo de excelencia, talento y liderazgo. Dos referentes absolutos del fútbol femenino. Dos jugadoras que han llevado al FC Barcelona y a la selección española a lo más alto.

Pero lo que hasta hace poco parecía una convivencia perfecta entre dos estrellas, empieza a convertirse en un pequeño “problema” deportivo. Y todo apunta a que Alexia está de vuelta… más fuerte que nunca.

La noche de Alexia

En el partido de ayer contra Suecia, España volvió a demostrar por qué es la actual campeona del mundo. Fue un encuentro intenso, con ritmo, con dominio español y, sobre todo, con una protagonista clara: Alexia Putellas.

Alexia lleva a España a la final | Getty Images

La capitana apareció en el momento más importante, marcó un golazo decisivo que selló la victoria y metió a España en la final. Un tanto de los que solo las grandes jugadoras saben hacer. Alexia volvió a ser esa futbolista que aparece cuando más se la necesita.

Después de un tiempo complicado, con lesiones y altibajos, la jugadora del Barça está recuperando su mejor versión. Corre, presiona, manda y marca. Tiene hambre, tiene chispa, tiene ese punto de liderazgo que convierte a un equipo bueno en uno imparable.

El problema que muchos no quieren ver

Y aquí es donde llega el “problema”. Porque si Alexia sigue a este nivel, el Balón de Oro puede volver a cambiar de manos.

Durante los últimos tres años, ese galardón ha tenido nombre y apellido: Aitana Bonmatí. Su rendimiento ha sido impecable. Pero ahora, con una Alexia que ha vuelto a su máximo nivel, el debate está servido.

¿Puede Alexia arrebatarle el próximo Balón de Oro a su compañera? Es pronto, sí. Pero cada partido parece acercarla un poco más. Su influencia, su carisma y sus goles en momentos clave pesan mucho en las votaciones.

Aitana lo sabe. Y no por celos, sino por pura competencia deportiva. Sabe que tener a Alexia así implica más exigencia, más nivel y, sobre todo, más responsabilidad.

Competencia sana, pero intensa

Dentro del vestuario, la relación entre ambas es buena. Se respetan, se admiran y se empujan mutuamente, pero la realidad es que las dos no pueden ganar el Balón de Oro el mismo año. Y con Alexia brillando de nuevo, Aitana deberá redoblar esfuerzos si quiere mantener su reinado.

El fútbol femenino español vive un momento dorado, y parte de ese brillo nace precisamente de esta rivalidad silenciosa. Dos genios, dos estilos, una misma camiseta.