El Sevillista
·25 de noviembre de 2025
Analizamos al mejor jugador de la J13, Chidera Ejuke

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·25 de noviembre de 2025


Antes incluso de que el partido se rompiera, el Sevilla ya tenía un foco claro de desequilibrio: Chidera Ejuke. El nigeriano fue el jugador más atrevido, más vertical y más capaz de generar situaciones que incomodaran al Espanyol. Su entrada al campo cambió la energía ofensiva del equipo, aportando desborde, regate y una chispa que durante muchos minutos faltó.
En un encuentro gris, trabado y con poca claridad en los metros finales, Ejuke fue el futbolista que más rompió líneas, el que más encaró y el que más obligó al rival a defender hacia atrás. A sus 27 años, sigue siendo un atacante que vive del desequilibrio puro, pero ante el Espanyol dejó también acciones de criterio: conducciones inteligentes, descargas al apoyo y un ritmo que dio oxígeno al Sevilla cuando peor estaba.
Su impacto fue inmediato. Cada vez que tocó el balón, pasó algo. Hubo metros ganados, hubo duelos ganados, hubo intención. Y aunque no terminó en gol ni asistencia, sí terminó siendo el jugador más diferencial del Sevilla.
El punto de desequilibrio
Ejuke no solo buscó encarar y regatear: seleccionó muy bien cuándo acelerar y cuándo pausar. Su toma de decisiones fue notablemente mejor que en otros partidos, eligiendo zonas interiores, conduciendo con sentido y asociándose cuando el desequilibrio individual no era la mejor opción.
Además, dejó detalles que explican por qué es un futbolista tan distinto al resto de la plantilla:
Incluso sin tirar entre los tres palos, generó peligro a través del desborde y la insistencia. Sus regates exitosos (5 de 6) fueron la válvula de escape de un Sevilla que tenía dificultades para progresar.
Sus números en el partido
Minutos jugados: 56
Goles: 0
Asistencias: 0
Goles esperados (xG): 0,42
Asistencias esperadas (xA): 0,07
Pases precisos: 21/22 (95 %)
Oportunidades creadas: 1
Disparos a puerta: 0
Disparos fuera: 3
Tiros bloqueados: 1
Precisión de disparos: 0/4 (0 %)
Toques: 43
Toques en el área rival: 6
Regates completados: 5/6 (83 %)
Pases en el último tercio: 4
Tiros libres precisos: 0/1
Tiros largos precisos: 1/1
Pérdidas de balón: 2
Entradas: 0
Intercepciones: 1
Recuperaciones: 3
Duelos terrestres: 6/9 (67 %)
Valoración FotMob: 7,0
Claves de su actuación
• Regate y desborde constante
Ejuke fue el único futbolista capaz de romper el orden defensivo del Espanyol. Sus regates ofrecieron ventajas, levantaron al equipo y generaron sensación de amenaza permanente.
• Ritmo y agresividad con balón
Cada conducción fue un avance. Su capacidad para ganar metros en transición fue lo más destacado del Sevilla, especialmente en una segunda parte muy bloqueada.
• Criterio en el pase
95 % de acierto, casi sin pérdidas. No se limitó a regatear: también descargó con inteligencia y supo cuándo circular.
• Trabajo invisible
Ganó duelos, recuperó balones y no desconectó en ningún momento del trabajo sin balón. Mostró compromiso defensivo y presencia física.
Conclusión
Chidera Ejuke fue el mejor jugador sevillista del partido.
En un encuentro donde al Sevilla le faltó claridad, ritmo y creatividad, el nigeriano fue el único capaz de encender el ataque. Cada acción suya tuvo intención y generó ventaja. No siempre terminó bien, pero siempre pasó algo cuando él intervino.
Un futbolista que desordena, que rompe esquemas y que da vida al ataque.
Un jugador que, si mantiene este nivel, debe tener más protagonismo.
El Sevilla necesita desequilibrio.
Ejuke lo tiene.
Cuando él aparece, el equipo respira. Y hoy, pese a la derrota, volvió a ser la luz entre las sombras.
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