El Sevillista
·7 de diciembre de 2025
Analizamos al mejor jugador del Sevilla en Mestalla: Oso

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·7 de diciembre de 2025


En un contexto de ritmo alto, presión constante y momentos en los que tocó defender bajo, Oso fue uno de los jugadores que mejor interpretó lo que pedía el encuentro. Seguro con balón, sin pérdidas y con presencia en campo rival cuando la jugada lo pedía, dio continuidad al juego y ofreció salida limpia cuando el Sevilla más lo necesitó.
Con solo 22 años, dio un paso al frente. No se escondió, ganó duelos importantes y fue difícil de superar por fuera. Además, generó ocasiones, conectó con interiores y supo cuándo acelerar y cuándo pausar. Un partido sin alardes, pero con mucho oficio.
Un jugador que sostiene, que no se precipita y que compite con naturalidad. Un lateral fiable, que dejó la banda izquierda bajo control durante prácticamente todo su tiempo en el campo.
El punto de equilibrio
Oso fue clave en tres fases del juego:
• Salida limpia y controlada.
21/29 pases precisos (72 %). Siempre una opción por fuera, siempre seguro. Sin pérdidas de balón.
• Progresión con intención.
3 ocasiones creadas y 1 gran ocasión generada. Regateó con éxito cuando tocaba (1/1), ganó altura y pisó campo rival con criterio.
• Seriedad defensiva.
Firme en duelos: 3/4 terrestres (75 %) y 2/2 aéreos (100 %). Recuperó, despejó y corrigió bien a campo abierto.
Sus números en el partido
• Minutos jugados: 85• Goles: 0• Asistencias: 0• Asistencias esperadas (xA): 0,07• Pases precisos: 21/29 (72%)• Oportunidades creadas: 3• Grandes ocasiones creadas: 1• Disparos a puerta: 0• Disparos fuera: 0• Toques: 43• Regates completados: 1/1 (100 %)• Tiros libres precisos: 1/3 (33 %)• Tiros largos precisos: 1/3 (33 %)• Saques de esquina: 1• Pérdidas: 0• Entradas: 1• Despejes: 1• Recuperaciones: 4• Duelo terrestre ganado: 3/4 (75%)• Aéreo ganado: 2/2 (100%)• Faltas recibidas: 1
Claves de su actuación
• Madurez y lectura del partido.Supo competir, sufrir y mantener la calma incluso en los minutos más duros.
• Impacto ofensivo discreto pero productivo.
Cuando pisó campo rival lo hizo para sumar, no para estar. Mejora la jugada.
• Solidez sin balón.
Seguro en duelos, ordenado y sin regalar metros. Banda controlada.
Conclusión
Oso fue el mejor jugador del Sevilla en Mestalla.
No marcó pero casi, ya que el gol en propia fue obra suya. Sostuvo, equilibró y dio seguridad por banda izquierda. Compitió como un veterano, generó juego cuando pudo y defendió con rigor cuando tocaba. De esos partidos que brillan en los highlights.
El Sevilla necesita futbolistas que compitan así.
Hoy, el nombre es claro: Oso.
Un partido para crecer. Para creer. Y para seguir dándole galones.
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