Andrei Ratiu sigue cuesta abajo | OneFootball

El lateral derecho del Rayo Vallecano no encuentra su mejor versión y la afición franjirroja empieza a cuestionar su titularidad

Hace un año, era el ídolo de Vallecas. Es más, para muchos, fue el mejor jugador de LA LIGA EA SPORTS en su demarcación. Motivado por el papel que mostró en la Eurocopa, donde Rumanía cayó en octavos de final ante Países Bajos, Andrei Ratiu empezó la pasada campaña volando. Sin dudas, fue una de las piezas principales de Íñigo Pérez y su Rayo que se clasificó para la Conference League. De hecho, el jugador de 27 años dominaba las estadísticas del Rayo Vallecano en muchos aspectos del juego. Influía en lo defensivo, pero también en el plano ofensivo. Había una sincronización donde se le consideraba un lateral moderno, capaz de penetrar por el carril central para que la Franja tuviera otro atacante más. Sin embargo, a finales de la pasada campaña, el técnico franjirrojo ya notó que la gasolina se le estaba acabando. En el tramo decisivo de los últimos compases de la 24/25, innovó con un doble lateral para que Iván Balliu fortaleciera su costado. Este aspecto táctico dio alas, con mucha culpa por parte del futbolista internacional con Albania, donde rindió de forma excepcional.

Una joya apreciada

De hecho, la prueba de que era un elemento cotizado en el mercado lo demuestra el interés que tuvo el F.C Barcelona. El conjunto culé lo tuvo en su agenda. Unos rumores que se acrecentaron este verano, con diversas ofertas de varias intentonas por parte de entidades de la Premier League, como Wolves, Brighton o Aston Villa. Es más, fue una de las polémicas del verano en contexto Rayo Vallecano. Raúl Martín Presa pidió la cláusula, ninguno la ofreció y Andrei Ratiu estuvo varios días molesto. La posición dura del club madrileño respecto a ser un equipo vendedor en el mercado hacen que algunos elementos del plantel de Íñigo Pérez, como Pathé Ciss o el propio ex jugador de la SD Huesca o Villarreal, se hayan enfadado más de una vez. El entrenador tiene clara su premisa: «El que se sienta a disgusto, no voy a impedir que luche por buscar una salida». Lo ha repetido en varias ruedas de prensa y, al final, todos se acaban quedando.

Andrei Ratiu, celebrando un gol la temporada pasada.

Descenso notable

Ahora bien, el bajón de su nivel no se debe a un tema extradeportivo. Simplemente, es puramente futbolístico. El míster ya ha avisado alguna vez que Andrei Ratiu debe mejorar con balón en cuanto a las posesiones perdidas. Muchas veces, muestra una hiperactividad que, de no controlarla, perjudica de forma inconsciente al equipo. Porque sí, es un jugador habilidoso, pero también fallón en este sentido. Cuando uno está a un buen nivel, puede camuflar esto, pero ahora no es el caso. Sus registros no engañan: son de media 13 balones pérdidos por encuentro. ¿El problema? Que a esto se acompaña una falta de fuerza física para ejecutar repliegues. El mejor ejemplo fue el 2-0 ante CA Osasuna. Un mal pase entregado y no pudo recuperar su posición. Además, quedó señalado también en el primer tanto, por un mal despeje con la cabeza. Otro dato preocupante es en la ganancia de los duelos. No llega a la mitad de los mismos. Más preocupante son los aéreos, donde no ha ganado ninguno, con un 0/10 alarmante.

Sin ninguna portería a cero en el campeonato ante un calendario exigente, Andrei Ratiu también ha bajado en acciones claves defensivas. Salvo ante el Girona, ha sumado menos de diez por partido. Ha pasado de hacer una decena por partido a acumular menos de cinco. Por tanto, es evidente que le está faltando incidencia en ambas zonas del campo.

¿Suplencia?

Otro de los problemas para el lateral derecho es si se mira la comparación con su compañero de la otra banda: Pep Chavarría. El impacto por el costado izquierdo es increíble. Defensivamente, ya ha demostrado haber anulado en dos ocasiones a Lamine Yamal o a Nico Williams así como una gran mejora de sus registros ofensivos. Porque la chispa que tiene el de Figueres la ha perdido Andrei Ratiu, donde no hay que olvidar que es uno de los jugadores más veloces del campeonato, de ahí su apodo de Sonic.

Andrei Ratiu, quejándose de una acción la pasada temporada.

En la recámara, Iván Balliu espera su oportunidad. El rayismo le quiere mucho porque, en su peor momento como jugador franjirrojo (falta de oportunidades por el gran nivel de su compañero en la misma demarcación), decidió renovar y alargar su compromiso con la Franja. Ahora el debate se ha insertado y tendrá que ser Íñigo Pérez el que tenga que decidir.