Así se vivió la Navidad en el estadio de Union Berlin | OneFootball

Hace unos días se ha celebrado el Weihnachtssingen en An der Alten Försterei. La conexión entre el club y los aficionados se hace más evidente que nunca en este día. Cada 23 de diciembre, los aficionados, amigos y familiares del Union Berlin se reúnen en su estadio para disfrutar de una noche de canciones, hermandad… y vino caliente en la víspera de Navidad.

¿Cuándo comenzó la tradición

Todo comenzó en 2003. Aquel diciembre el Union estaba en horas bajas. Tan mal que muchos de los aficionados abandonaron el estadio tras el último partido antes de las vacaciones de invierno sin ni siquiera haberse deseado Feliz Navidad. Eso no podía ser.

Así que, liderados por Torsten Eisenbeiser y Tino Czerzinski, por nombrar sólo a dos de los culpables, un centenar de aficionados se colaron en el oscuro estadio para hacer precisamente eso. Algunos trajeron Glühwein. Otros imprimieron hojas de canciones. Se reunieron en la oscuridad y cantaron. Hubo canciones sobre el club y villancicos tradicionales como “O Tannenbaum”.

Cada año se fueron sumando más Unioner, y hoy en día An der Alten Försterei se llena cada año con casi 30.000 personas, lo que lo convierte en uno de los acontecimientos navideños más espectaculares de Berlín.

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Este fue el plan del Union Berlin en la previa de Navidad

El Weinachtssingen es una representación anual del sentido comunitario del club. El coro procede de la escuela local, el Emmy-Noether-Gymnasium. El Padre Ulrich Kastner recita el cuento de Navidad. El locutor del estadio, Christian Arbeit, se une a la banda de música local habitual, acompañado por sus padres. El estadio brilla con miles de velas y los fans esperan con ilusión el momento de comenzar bajo el frío berlinés. Todo se detiene cuando los focos se atenúan y suenan las primeras notas del himno al club de Nina Hagen, anunciando el inicio de la noche.

El Union vuelve a demostrar durante unas horas que es mucho más que un club de fútbol. Muchos otros equipos del país lo han copiado, y aunque algunos consigan mayor asistencia de público, ninguno ha logrado destilar la esencia que hace tan especial al Weinachtssingen de los berlineses.